San Francisco Javier mira ya al frente

COMENTARIO:  Esto ha sucedido hoy en Navarra. Nos han puesto una figura en la cima más alta de la Comunidad Foral. ¡En el monte!; no es edificio público; es aún peor. No sé si se ha solicitado permiso al gobierno de Navarra. La ley foral de montes exige autorización para cualquier actividad de este tipo en los montes navarros. Se ha utilizado un helicóptero de la Agencia Navarra de Emergencias; les basta con decir que no ha costado dinero porque las horas de vuelo de ese helicóptero están ya pagadas a priori en virtud del contrato firmado (esto es cierto): Ni se plantean que han utilizado un instrumento público para este fin privado con el que, además, mucha gente de Navarra hemos mostrado nuestro desacuerdo.

A la segunda fue la vencida. Después del intento de la pasada semana en el que el viento sur no dio opción, dos operarios consiguieron enderezar ayer la estatua de San Francisco Javier en la Mesa de los Tres Reyes. Seis años después de que un pequeño seísmo colocase la imagen del santo paralela al suelo, el patrón de Navarra mira ya al horizonte. Y eso que enderezar esta estatua de apenas 75 centímetros y sacar adelante esta iniciativa de Anaitasuna y el Club Deportivo Navarra ha costado más de lo previsto.

Tal y como había ocurrido siete días atrás, hacia las 8.45 horas de la mañana de ayer un helicóptero de la Agencia Navarra de Emergencias sobrevolaba la Mesa de los Tres Reyes. Tras echar un vistazo a la cumbre del techo de Navarra, el aparato conducido por el experimentado piloto navarro Javier Arilla aterrizaba 1.500 metros más abajo, en el refugio de Anaitasuna en Belagua. Las perspectivas eran significativamente mejores que una semana atrás: el cielo aparecía despejado y no había viento sur.

Arilla daba el visto bueno a la operación. Unos minutos después los dos operarios encargados de enderezar la estatua se encontraban a pocos metros de desnivel de la cima. Junto al refugio de Anaitasuna esperaban aún los 150 kilos de la carga con la que sacar adelante la operación y varios reporteros gráficos. Mientras, los dos encargados de llevar a cabo la recolocación recorrían los metros que les faltaban hasta los 2.444 metros de la Mesa de los Tres Reyes. Una vez que el helicóptero posaba la carga sobre la cumbre por medio de una eslinga de ocho metros, los operarios, rotaflex en mano, se ponían manos a la obra. Dos horas después la estatua recobraba su posición original. Y mientras un montañero que se había acercado ayer a esta cumbre observaba alucinado la operación.

Ya sólo quedaba el viaje de vuelta. Pocos minutos después de recolocar la estatua montañeros y reporteros gráficos comentaban la jugada junto al refugio de Anaitasuna. Este invierno la estatua de San Francisco Javier verá los temporales desde otra perspectiva.