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Salvador Giner : «El obispo debería ser más cauto, se llama Mezquita en todo el mundo»

Entrevista al Catedrático de Sociología de Barcelona

EDAD 75 AÑOS.

LUGAR DE NACIMIENTO BARCELONA.

OCUPACION ACTUAL PRESIDENTE DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS CATALANES.

El sociólogo y jurista Salvador Giner abrió ayer el ciclo Religión, humanismo y cultura , que se realiza en la Facultad de Filosofía y Letras, con una conferencia sobre la religión en la actualidad.

–¿Qué mensaje quiso transmitir con ´La sacralización de lo profano: religión y moral en el mundo contemporáneo´?

–La religión contemporánea tiende a consagrar o sacralizar las cosas que en realidad son profanas: iconos televisivos, parques temáticos, también países… El nacionalismo es una forma de religión contemporánea, de religión política. En cierta medida ha sustituido a la religión tradicional.

–¿Hay que cambiar el concepto de religión?

–No creo que lo cambiemos, porque la gente es como es, pero sí tenemos el concepto de religión trascendental y la misma religión trascendental ha caído en la trampa mediática. A veces pasa que el papamóvil es un objeto de entretenimiento mediático y se transforma un poco en espectáculo la religión contemporánea, no solo la católica.

–¿Cómo ha sido la evolución?

–Lo que está claro es que no ha habido una secularización que elimine la religión o disminuya su importancia. Se ha banalizado mucho, pero no ha desaparecido. Los seminarios pueden estar vacíos, que lo están, pero no quiere decir que la gente sea menos religiosa, sino que transfiere en otras formas sus lealtades religiosas.

–¿Estas lealtades se dirigen hacia otros elementos que no son los tradicionales?

–Sí, puede ser el nacionalismo… O la gente también cree en cosas raras, como el tarot. La superstición tampoco ha sido desplazada por la racionalidad. Lo que pasa es que en el fondo son cosas inocentes.

–Alguna vez ha comentado que el laicismo "es una actitud de países civilizados", pero parece que en España no lo ponemos en práctica…

–Hay sectores de la sociedad muy tradicionalistas que se asustan ante el laicismo, pero la gente puede ser religiosa y laicista. El laicismo no hace daño a la religión, el anticlericalismo quizá, pero el laicismo no es más que una especie de normas del juego limpio y dejar a cada cual que haga lo que quiera. Lo que pasa es que no entienden lo que significa laicismo, que no es hostil a la religión.

–¿Dónde se encuentra el fascismo clerical?

–Hay una extrema derecha que lo es, claro. Tenemos de todo. La gente más reaccionaria de toda la Iglesia tiene derecho a pronunciarse, pero solo sobre sus feligresías. Pueden pedir que se modifique la ley del aborto, no es problema que sus fieles les sigan, pero ellos no pueden pedirle al Parlamento español que legisle sobre los no católicos.

–¿Conoce la polémica surgida en Córdoba sobre la petición del obispo de que se deje de llamar mezquita a la Mezquita–Catedral?

–Creo que el señor obispo debería ser más cauto, porque se llama Mezquita de Córdoba de forma cordial en todo el mundo. Eso no lo va a cambiar, es una guerra inútil, porque es un nombre mundial y es uno de los edificios más bellos del mundo, sino el más bello. Si hay media docena de edificios más bellos, uno de ellos es la Mezquita de Córdoba.

–Este debate, ¿tiene fundamento?

–Hay que tener un poco de cultura, porque la Mezquita de Córdoba fue edificada por los árabes encima de una iglesia católica visigoda, que se construyó sobre una iglesia preexistente paleocristiana y esta, sobre un templo romano. Cada invasor que llegaba a Córdoba destruía y montaba otra. También los cristianos destruyeron y pusieron un retablo barroco maravilloso, pero que estropea un poco el bosque de columnas. Cada civilización arrasa a la anterior, es la norma. No ha parecido muy inteligente.

–Justo ahora cuando se habla de alianza de civilizaciones, parece que es cuando más nos alejamos.

–Eso es un cuento chino, lo de alianza de civilizaciones no existe… Quien se quiera distanciar, allá ellos. La estupidez humana no tiene límites, es la única explicación. Quitar el nombre de Mezquita es molestar a todos los moros del mundo. No solo los turistas y todas las enciclopedias la van a seguir llamando Mezquita de Córdoba, sino que va a ofender a los moros que piensan que es cristiana, pero lo construyeron ellos y es una maravilla. Estoy seguro de que el Espíritu Santo iluminará al señor obispo para no decir estas mentecateces.

–¿Podría originar conflicto el rezo compartido?

–El conflicto siempre salta, lo tenemos a flor de piel. Después de las matanzas de Atocha de hace unos años vale más no meneallo , un poco de laicismo iría muy bien para todos. Un poco de respeto, que respetaran la cultura española que es católica. Pero no creo que la mejor forma de ayudar a la permanencia de esta cultura sea quitar la palabra mezquita.

–¿Qué consecuencias tienen las crisis en las religiones?

–Es complejo decirlo, porque ha habido épocas en las que la crisis ha ido muy unida a la superstición y la religión, pero la interrelación no es clara porque depende de muchas cosas.

–El Instituto de Estudios Catalanes ha cumplido un siglo, ¿cómo valora su función?

–Es la Academia Catalana de las Ciencias. Llevamos 103 años y funciona muy bien. Es miembro de la Unión Académica Internacional y su característica principal es que es un centro de investigación, cuenta con 220 miembros, más de diez mil socios y 28 filiales.

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