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Sacerdotes en el paraíso…fiscal: el entramado ‘offshore’ de los Legionarios de Cristo

Las universidades vinculadas a la congregación religiosa, un negocio de más de 300 millones de patrimonio, se administró desde territorios opacos y sin tributación

“Querido padre Maciel”, escribía el Papa Juan Pablo II el 15 de noviembre de 1994 a uno de sus cercanos colaboradores en aquellos tiempos. “Con ocasión de sus Bodas de Oro Sacerdotales, me uno espiritualmente a Usted en tan solemne celebración para dar cumplidas gracias al Padre celestial, de quien desciende todo don perfecto”, sigue la misiva afectuosa remitida desde el Vaticano.

‘Maciel’ era Marcial Maciel Degollado, fundador de la Legión de Cristo –una de las congregaciones religiosas más acaudaladas. Faltaban once días para que se cumpliera su 50 aniversario como sacerdote y su amigo el Papa se anticipó a felicitarlo en una carta en la que exaltó el trabajo pastoral y educativo que el sacerdote realizaba con niños y jóvenes. Lo llamó “guía eficaz de la juventud”.

A los tres días de tan emotivo mensaje del líder del mundo católico, Marcial Maciel estableció en el paraíso fiscal de Bermudas -de la mano de Appleby- la sociedad International Volunteer Services, que le daría facilidades para gestionar los millonarios ingresos de su imperio educativo. En Bermudas, la tasa de tributación para las sociedades es del 0% sobre captación y dividendos. Los fideicomisos también están exentos de carga fiscal.

La cuenta por la que fluía el dinero fue abierta en el Citibank de Nueva York, y era manejada por rectores y administradores de la red de universidades de la Legión, una estructura educativa tan poderosa económicamente como el mismo Vaticano. Los ingresos anuales de la red de universidades Anáhuac superan actualmente los 300 millones de dólares, de acuerdo con los documentos contables obtenidos para esta investigación, una cantidad similar al presupuesto de la sede de la Iglesia Católica.

En 1994, Maciel vivía en la cúspide. Además de gozar del apoyo y simpatía del Papa, estaba en expansión su imperio educativo, para lo cual requería tejer una estructura financiera sólida. Paradójicamente, por aquellos años las acusaciones contra Maciel se multiplicaban por parte de víctimas que en su niñez y juventud habían sido abusadas sexualmente en su paso por los seminarios de la Legión.

“Eran días de celebración”, recuerda el sacerdote legionario Pablo Pérez Guajardo, quien colaboró como asistente de Maciel en Roma y fue testigo de las operaciones financieras que ordenaba a sus súbditos.

En noviembre de 1994 –señala el padre Pérez- hubo grandes celebraciones por los 50 años de sacerdocio de Maciel en el Vaticano, en su tierra natal Cotija y en la Universidad Anáhuac, centro escolar que representa la principal fuente de ingresos de la Legión. Pero la mayor ceremonia en su honor tuvo lugar en el Palacio de los Deportes de la capital de México, un recinto con capacidad para 20.000 personas, donde el nuncio del Vaticano en México, Girolamo Prigione, realizó una ordenación de 57 sacerdotes ante la mirada satisfecha de Maciel.

En la carta que el Papa le envió por aquellos días esbozó el tamaño del imperio educativo que Maciel había logrado crear hasta esa fecha: el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum y el Colegio Maria Mater Ecclesiae, en Roma, y decenas de escuelas y seminarios en 16 países de los cinco continentes.

La red secreta en el paraíso

La Congregación siempre fue muy centralista. Desde que el Papa Juan Pablo II autorizó en junio de 1983 las constituciones de la Legión, todo el flujo de capital era controlado por el director general desde la sede de Los Legionarios de Roma. Algo que confirma la investigación de los ‘Paradise Papers‘, la filtración de 13,4 millones de documentos obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartida con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y El Confidencial y La Sexta en España.

International Volunteer Services –la sociedad ‘offshore’ creada en 1994 en Bermudas– era parte de una estructura financiera más amplia diseñada con el auxilio del despacho legal y fiscal Appleby en la que participaban como operadores algunos de los colaboradores más cercanos a Maciel. Se trata de sacerdotes, laicos consagrados y rectores de las universidades vinculadas a la Congregación religiosa.

Los archivos muestran cómo el jerarca de la Legión de Cristo ya había establecido otra compañía en las islas del Atlántico Norte. El 28 de diciembre de 1992 había creado The Society for Better Education. Igual que en el caso de “International Volunteer Services”, se alimentaba de recursos del fondo fiduciario Ecyph Limited, afincado en las Islas Vírgenes Británicas. Tal y cómo se ha podido comprobar para esta investigación, se trataba de un esquema secreto, que sólo conocían sus colaboradores más cercanos.

Sede de Appleby en Jersey. (Foto: Reuters)
Sede de Appleby en Jersey. (Foto: Reuters)

En los registros de Appleby, el domicilio de la red financiera urdida en las Bermudas y en las Islas Vírgenes Británicas es Vía Aurelia 677, Roma. En esa dirección, en un complejo de edificios en el medio de un barrio de casas bajas, se encuentra la Vicaría General de los legionarios.

En los protocolos de administración aprobados por Maciel antes de ser obligado a retirarse del sacerdocio, cada cuenta debía tener la firma mancomunada de un mínimo de tres personas. Excepto las que manejaba él, ya que Maciel sí tenía poder para gestionar libremente de los recursos. Para garantizar un manejo discrecional del dinero, las cuentas eran controladas por las personas de más confianza de Maciel.

Así, por ejemplo, en una cuenta del Citibank en Nueva York a nombre de la organización International Volunteers Services –perteneciente a la red financiera de las Bermudas- las firmas autorizadas eran las de tres personas fieles a Maciel: el sacerdote Jesús Quirce Andrés y los laicos consagrados Mario Olivieri Sangiacomo y Javier Vargas Díez Barroso.

Ingresos millonarios

El establecimiento de una estructura financiera ‘offshore’ en las Bermudas e Islas Vírgenes, entre 1992 y 1994, coincide con la expansión del imperio educativo de los Legionarios, que actualmente representa ingresos superiores a los 600 millones de dólares al año por concepto de matrículas de curso, cobro por servicios y donativos, de acuerdo con los informes financieros de instituciones ligadas a la Congregación, obtenidas para esta investigación. Alrededor de la mitad de esos fondos corresponden a la red de universidades.

En aquellos días, Marcial Maciel era una persona influyente en el Vaticano. En 1991, un año antes de haber creado su primera empresa en Bermudas, Juan Pablo II lo había nombrado miembro de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, encargado de analizar la formación de nuevos sacerdotes; el mismo Papa lo designó en 1992 integrante de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y en 1994 consultor permanente de la Congregación para el Clero, órgano del Vaticano responsable de supervisar todos los asuntos relacionados con los ministros religiosos.

En el tiempo que transcurrió entre la creación de la primera y la segunda sociedad en las Bermudas, los Legionarios expandieron su red educativa en tres países: en agosto de 1993 iniciaron ampliaron la red de la Universidad Anáhuac a otros puntos de México, con una sede en Xalapa. Al mes siguiente fundaron en Madrid la Universidad Francisco de Vitoria, y en octubre del mismo año el Vaticano –a través de la Congregación para la Educación Religiosa- erigió en Roma el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

Actualmente esta plataforma educativa atiende a 166.000 estudiantes en México, Argentina, Filipinas, Venezuela, Colombia, Brasil, Chile, Italia, España, Estados Unidos, Suiza e Irlanda. De ellos, cerca de la mitad (78.000) cursan estudios universitarios.

En los archivos de Appleby aparecen dos sacerdotes y tres laicos que han fungido como rectores o directivos de la red de universidades que la Legión estableció en seis países. En el entramado financiero de las Bermudas han participado el padre Jesús Quirce Andrés, quien ocupó el cargo de rector de la Universidad Anáhuac; Charles Sikorsky, Presidente del Institute for the Psychological Sciences, una institución académica controlada por los legionarios en Virginia (EE.UU.), que es parte de la Universidad de la Divina Misericordia (Divine Mercy University); Cristian Nazer, rector de la Universidad Finis Terrae de Chile; Javier Vargas Díez-Barroso, quien fue rector de la Universidad Anáhuac del Sur y actual director de la red de colegios Mano Amiga; y Mario Olivieri Sangiacomo, miembro del equipo de directores de la Universidad Interamericana de Desarrollo de México y de la Universidad Europea de Roma.

La intervención del Vaticano

La buena estrella de Marcial Maciel se apagó cuando falleció Juan Pablo II, en abril de 2005. El nuevo Papa, Benedicto XVI, empezó inmediatamente una investigación a la Legión de Cristo. En noviembre de 2006 ordenó a su fundador retirarse del sacerdocio al comprobar la veracidad de las acusaciones que señalaban que había abusado sexualmente de decenas de novicios durante más de 50 años, además de haber asumido identidades falsas para seducir a dos mujeres, con las que había tenido tres hijos.

El 2 de febrero de 2006, nueve meses antes del retiro forzado de su jerarca, los Legionarios liquidaron la compañía ‘The Society for Better Education’, que habían creado en julio de 1992 en Bermudas. La disolución final se realizó el 6 de septiembre del mismo año, según consta en los archivos de Appleby.

Seminario en la sede de los Legionarios de Cristo, en Roma, posterior al cese de Maciel. (Foto: Reuters)
Seminario en la sede de los Legionarios de Cristo, en Roma, posterior al cese de Maciel. (Foto: Reuters)

Aún después de la muerte de Maciel –ocurrida el 30 de enero de 2008- el Vaticano continuó su investigación en torno al sacerdote pederasta y la estructura financiera que había creado alrededor de su imperio educativo. A finales de abril de 2010, una comisión de obispos entregó al Papa el informe final de su pesquisa: tras entrevistar a más de mil legionarios, visitar centros religiosos en 20 países y analizar cientos de testimonios de víctimas, llegaron a la conclusión de que Maciel había llevado una vida criminal, oculto tras su faceta de sacerdote.

Tras ese informe, Benedicto XVI ordenó la intervención de la Legión de Cristo. Mediante un decreto emitido el 9 de julio de 2010, otorgó al cardenal Velasio de Paolis la facultad para gobernar la congregación a nombre del Papa hasta concluir su proceso de limpieza y renovación, el cual se cumplió en febrero de 2014.

Como parte de esta intervención del Vaticano, fue liquidada el 27 de junio de 2013 la sociedad International Volunteer Services, que había sido registrada en las Bermudas el 18 de noviembre de 1994. Con su disolución, también se extinguió el fondo de inversión Ecyph Limited, en las Islas Vírgenes Británicas.

Los otros paraísos legionarios

Además de en las Bermudas e Islas Vírgenes Británicas, la Legión de Cristo ha creado una extensa estructura en otros paraísos fiscales o jurisdicciones de carga fiscal reducida, entre ellos Panamá, isla de Jersey, Suiza, Luxemburgo, Países Bajos y Liechtenstein. En Panamá, por ejemplo, el propio Marcial Maciel estableció en diciembre de 1984 tres empresas ‘offshore’ –First Fountain, Dawn Development Company y Southwest International, Inc.,- con el auxilio del despacho International Legal Advisors, competidor de Mossack Fonseca en la creación de sociedades pantalla en paraísos fiscales.

En la isla de Jersey, ubicada en el Canal de la Mancha, creó en 1995 y 1996 las compañías Kerygma y Oak Management Limited, a las que se transfieren recursos de colegios ubicados en cuatro países.

Mientras que en Suiza, Marcial Maciel controló durante algún tiempo la Fundación Guilé, que tenía como sede un palacio en la población de Boncourt, en el que operaba la sociedad mercantil LCJU, que posteriormente se transformó en LC Suisse. En Zurich, los Legionarios tienen injerencia en la organización Stiftung Semper Altius y en Montreaux en el Institut Le Châtelard Les Avants. Pictet & Cie, uno de los bancos suizos más importantes, administró hasta enero de 2017 más de 39 millones de dólares del fondo de inversión Integer, creado por los Legionarios en Luxemburgo.

En Amsterdam, la Congregación gestiona la organización “Stichting Foundation Regina Apostolorum”, dedicada a administrar las millonarias subvenciones, donativos y regalos otorgados a la congregación por empresas y fieles católicos, así como los fondos que recibe de su filial de Delaware, considerado el paraíso fiscal por excelencia de Estados Unidos. Desde Delaware, los Legionarios han registrado decenas de sociedades pantalla.

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