Tras el magistral remate de su jefe, el Papa, habría que añadir, y más, por reincidencia, al famoso “Cría Obispos y te sacarán los ojos” de IU un “Prueba de nuevo, y te sacarán los…”. Claro está que la faena ha sido fácil, porque si tuviera ojos, Zapatero sabría que las concesiones indebidas no hacen sino despertar el apetito de los ambiciosos; y si tuviera lo que hay que tener, si ese leonés fuera un león para defender a los suyos, no habría traicionado radicalmente su ideología ni sus promesas electorales, en este campo como en el socioeconómico, triste ejemplo por los que pasará a la historia con más razón que el falso… traidor zamorano Vellido Dolfos.
¿De qué le ha servido a este pésimo gobernante el aumentar la asignación anticonstitucional al clero, el renunciar a una ley de libertad de conciencia que hiciera cumplir la Constitución, el entregar al clero de modo ilegal –y suicida para el PSOE- gran parte del sistema educativo? Sólo para aumentar su gran responsabilidad y para ser más despreciado hasta por quienes lo han comprado y utilizado, de quedar con el culo al aire, recibiendo ahí un muy merecido zapatazo, porque, como la antigua, la “nueva Roma” no paga Zapateros.