Da igual que sean pedristas, que susanistas, que pajistas, …a los responsables públicos y políticos, en este caso del PSOE de la provincia de Albacete, les va la “marcheta religiosa”. En Semana Santa, y en este verano, como el anterior y el anterior…. gobierne, quien gobierne… acompañando a santos, vírgenes y asistiendo a liturgias varias.
¡¡Y todavía queda la “virgen de agosto” y la feria de Albacete!!
¿Cuándo van a entender que hay que separar la política, es decir su representación pública, de la religión?
¿Para qué tanto aprobar declaraciones sobre laicidad en sus Congresos?¿Cinismo?
Que sí, que los responsables políticos en función de sus responsabilidad pública… pueden y se deben asistir a las fiestas de pueblos y ciudades, convivir con sus vecinas y vecinos (y hasta con el párroco, como un vecino más)… pero NO es adecuado acompañar al santo o a la virgen de turno en su peregrinar por las calles.
¡¡Que no, que no es necesario asistir a las liturgias, ni procesionar en la semana religiosa del catolicismo!! Que con ello se está vulnerando la Constitución, que tanto se apela a ella cuando interesa.
Y esta pequeña muestra se repite, en este 2017 con mayor énfasis que años anteriores en los más de los 8.000 municipios y en sus pedanías, por parte de dirigentes del PSOE y, evidentemente, de otros partidos de corte religioso, como el PP, Ciudadanos, nacionalistas… y de otros del arco político de la izquierda.
Es como si un renovado furor católico se hubiera apoderado de la política, en supuestos tiempos de cambio.
El nacional-catolicismo sigue muy arraigado en lo simbólico. Además de en lo fiscal, lo económico, lo educativo…
Y desde la política… es muy probable que no se haga nada para cambiarlo a corto y medio plazo.
