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Reclamaciones ante el Defensor del Pueblo y el Ministerio de Hacienda

Os animamos a presentar una queja al defensor del pueblo contra el enlace en la web de la Agencia Tributaria que apunta a la conferencia episcopal. En su web no sólo hay información sobre el impuesto, sino también orientaciones políticas, tales como la campaña contra la reforma de la ley del aborto y las orientaciones para el voto en las próximas elecciones europeas. Están vulnerando no sólo la neutralidad religiosa (como de costumbre), sino también la neutralidad política del Estado.

Esta es la página para las quejasal Defensor del Pueblo

Esta la de la Agencia Tributaria

Para la Ministra de Hacienda

 


Excmo. Sr. D. Enrique Múgica Herzog, Defensor del Pueblo:

 
Permítame que, con los debidos respetos a su persona y a su cargo, me dirija a Vd. en uso de mis derechos constitucionales.
 
Concretamente la queja es la siguiente:
 
Se supone que la página web  http://www.agenciatributaria.es/    de la Agencia Tributaria es una página oficial del Gobierno de España, nación que tiene como norma suprema la Constitución de 1978.
 
Dicha Constitución, que todos estamos obligados a acatar y respetar, y Vd. está encargado institucionalmente de defender contra cualquier ataque a su totalidad o a alguna de sus partes, especifica en su artículo 16.3 que «Ninguna confesión tendrá carácter estatal.», es decir, que constituye a España como un estado aconfesional.
 
Si entramos en el apartado titulado «Ciudadanos » Renta 2008», y en el apartado » Información de la asignación tributaria en IRPF», es decir, en la página
 

 
Finalmente, ya dentro de esa página, hay un apartado «→ Información de la asignación tributaria en IRPF » Conferencia Episcopal»
 
Naturalmente, un español que respete la Constitución, espera que, al abrir la página correspondiente a «Conferencia Episcopal», la Agencia Tributaria (es decir, el Gobierno del Estado de España) se limite a informar, imparcial, aséptica y aconfesionalmente, de que el que quiera puede pedir que un 0,7% de sus impuestos se donen a la Iglesia católica, según lo acordado por el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero en su momento.
 
Pero si Vd., Sr. Múgica, se ha dignado llegar a abrir dicha página se habrá encontrado reconducido a la fuerza a la página oficial de la Conferencia Episcopal, la cual, naturalmente, se dedica a predicar sus doctrinas a sus creyentes (a lo cual tiene perfecto derecho, siempre que uno acuda voluntariamente -y no a la fuerza- a su página para leer sus opiniones, consejos y disposiciones), aparte de que, para más inri, de paso se dedica a atacar al propio Gobierno legítimo del Estado Constitucional y a las Leyes emanadas del Parlamento de la Nación, máximo órgano legislativo elegido democráticamente por el pueblo español.
 
Por todo lo cual, Sr. Múgica, considero que el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, está vulnerando flagrantemente la aconfesionalidad constitucional del Estado español y que, en consecuencia, Vd., como máximo responsable del respeto a dicha Constitución, está legal y moralmente obligado a presentar la queja correspondiente y exigir al Gobierno que se limite a informar de forma respetuosa con la Constitución y retire inmediatamente dicho vínculo a una página de una organización confesional concreta.
 
Esperando de su recto proceder ver atendida en derecho mi solicitud, le saludo muy atentamente.
 
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Exma. Sra. Dña. Elena Salgado Méndez, Ministra de Economía y Hacienda:
 
Como español respetuoso con la Constitución que el pueblo español se otorgó en 1978, me considero en el deber de dirigirme a Vd. para, con los debidos respetos, pero con la energía que creo que me concede el derecho constitucional, presentarle la siguiente queja:
 
Se supone que la página web    http://www.agenciatributaria.es/  de la Agencia Tributaria es una página oficial del Gobierno de España, nación que tiene como norma suprema la ya citada Constitución de 1978.
 
Dicha Constitución, que todos estamos obligados a acatar y respetar, especifica en su artículo 16.3 que «Ninguna confesión tendrá carácter estatal.», es decir, que constituye a España como un estado aconfesional.
 
Si entramos en el apartado titulado «Ciudadanos » Renta 2008», y en el apartado » Información de la asignación tributaria en IRPF», es decir, en la página
 
 
Finalmente, ya dentro de esa página, hay un apartado «→ Información de la asignación tributaria en IRPF » Conferencia Episcopal»

Naturalmente, un español que respete la Constitución, espera que, al abrir la página correspondiente a «Conferencia Episcopal», la Agencia Tributaria (es decir, el Gobierno del Estado de España) se limite a informar, imparcial, aséptica y aconfesionalmente, de que el que quiera puede pedir que un 0,7% de sus impuestos se donen a la Iglesia católica, según lo acordado por el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero en su momento.

Pero si Vd., Sra. Salgado, se ha dignado llegar a abrir dicha página se habrá encontrado reconducida a la fuerza a la página oficial de la Conferencia Episcopal, la cual, naturalmente, se dedica a predicar sus doctrinas a sus creyentes (a lo cual tiene perfecto derecho, siempre que uno acuda voluntariamente -y no a la fuerza- a su página para leer sus opiniones, consejos y disposiciones), aparte de que, para más inri, de paso se dedica a atacar al propio Gobierno legítimo del Estado Constitucional y a las Leyes emanadas del Parlamento de la Nación, máximo órgano legislativo elegido democráticamente por el pueblo español.
 
Por todo lo cual, Sra. Salgado, considero que el Gobierno, a través de su Ministerio de Economía y Hacienda, está vulnerando flagrantemente la aconfesionalidad constitucional del Estado español y que, en consecuencia, Vd., como máxima responsable de dicho Ministerio, está legal y moralmente obligada a rectificar la mencionada página web, retirando inmediatamente dicho vínculo a una página de una organización confesional concreta, que nos hace sentir como si hubiéramos retrocedido 40 años y aún tuviéramos obligatoriamente una religión oficial.
 
Esperando de su recto proceder ver atendida en derecho mi solicitud, le saludo muy atentamente.

 

 

 

 

 

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