El Foro Cívico "México Laico" manifestó su rechazó a la reforma del artículo 24 de la Constitución porque encamina al país a un "Estado confesional".
Karina Sánchez Ruiz, integrante de esa organización, dijo que la modificación constitucional coloca las bases para imponer la llamada "libertad de convicciones éticas" porque no las protege sino las excluye, pues son asuntos personales y en consecuencia diversos entre sí.
Si sólo las "convicciones éticas" serán protegidas por esta libertad, "necesariamente se tendrá que distinguir entre convicciones éticas y convicciones no éticas, a fin de identificar las que gozarán de protección constitucional y las que estarán al margen de tal protección", señaló.
Subrayó que esta distinción generará serios conflictos porque las éticas individuales o concepciones morales no son uniformes, "pues mientras para algunos la eutanasia es una convicción ética, para otros se trata de una convicción éticamente reprobable, como también se puede decir de otros temas como el aborto, la maternidad sustituta, las transfusiones sanguíneas, la fertilización in vitro, las investigaciones con células madre y la clonación".
Destacó que el Estado deberá entonces decidir por conducto de sus órganos competentes, si estas cuestiones son o no convicciones éticas, y a la postre, estará incurriendo en una intromisión en las convicciones de la población, con la pretensión además de calificarlas de éticas o de no éticas".
Consideró que el Estado estará entonces definiendo una ética oficial o constitucionalmente protegida y al establecer esto, implicará la discriminación e incluso, la cancelación de las éticas privadas distintas a la oficial.
Destacó que México estaría así en tránsito a un "Estado confesional" para dominar la conciencia de los ciudadanos mediante la imposición de convicciones o creencias definidas por el mismo como correctas, buenas, puras, en resumen, éticas, y así se abrogará la facultad de juzgar las convicciones de sus ciudadanos.
Sánchez Ruiz dijo que la llamada "libertad de convicciones éticas" degenerará en un "Estado confesional" y esto, implicará cambios de la mayor trascendencia porque de decisiones jurídicas se pasará a decisiones éticas.
"El problema principal es que será el Estado quien tendrá ya no sólo el monopolio de lo jurídico sino ahora también el monopolio de lo ético", apuntó.
