Descargo de responsabilidad
Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:
El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.
El laicismo ha de ser universal y radical frente a todas las creencias. Pero por cobardía y por ignoracia, entre otros motivos, no se aplica el mismo criterio al catolicismo que al Islam
Ante el cambio en el papado con la elección sui generis de uno que sucede a quien ha fallecido, han estallado montones de comentarios desde dentro y desde fuera de la Iglesia. Conviene resaltar que muchas críticas a la Iglesia católica surgen desde dentro. Piénsese en la casi extinguida Teología de la Liberación o en otros grupos que no cesan de alzar su voz ante una institución a la que siguen perteneciendo. Pero se han oído también algunas denuncias a la Iglesia que producen sonrojo. Gritan contra lo que llaman una, si no la más perversa, de todas las instituciones que pueblan en este mundo. Y lo hacen sin tener ni idea de la Historia de las Religiones, de la Teología o del Estado Vaticano.
Los que somos agnósticos y pertenecemos y defendemos la Europa laica no hemos parado de denunciar los privilegios eclesiásticos en España. Pero el laicismo, que separa tajantemente la Iglesia del Estado, es universal. Por eso sorprende que no se diga nada de las matanzas de cristianos en Siria, el Congo, Nigeria y en otros lugares, a manos de un islamismo radicalmente enloquecido. O de la persecución a Nazanín Armanian, la escritora y politóloga iraní exiliada en España, por parte del Estado teocrático persa. Sobre todo esto, un silencio vergonzoso.
Los que no se atreverían a abrir la boca ante una mezquita se desgañitan contra lo que tenemos en casa, que por eso no les va a perseguir nadie
Y es que existen las fatuas intolerables y una represión que indigna por parte de los Estados teocráticos. Es hora de que se oigan voces sensatas y equilibradas. Y no se caiga en la flagrante contradicción, y es un ejemplo, de quitar los crucifijos y alentar los velos. Esta situación puede tener varias causas. Una es un necio multiculturalismo. Otra, un hipócrita buenismo. Otra, una actitud política seudoizquierdista. Pero yo señalaría dos más. Una es la cobardía. Los mismos que no se atreverían a abrir la boca ante una mezquita o una embajada de Estados donde manda el ayatolá de turno se desgañitan contra lo que tenemos en casa, que por eso no les va a perseguir nadie. Y la segunda causa es la ignorancia. Cuando se habla de lo que no se sabe se expone uno al ridículo.
Ante el cambio en el papado con la elección sui generis de uno que sucede a quien ha fallecido, han estallado montones de comentarios desde dentro y desde fuera de la Iglesia. Conviene resaltar que muchas críticas a la Iglesia católica surgen desde dentro. Piénsese en la casi extinguida Teología de la Liberación o en otros grupos que no cesan de alzar su voz ante una institución a la que siguen perteneciendo. Pero se han oído también algunas denuncias a la Iglesia que producen sonrojo. Gritan contra lo que llaman una, si no la más perversa, de todas las instituciones que pueblan en este mundo. Y lo hacen sin tener ni idea de la Historia de las Religiones, de la Teología o del Estado Vaticano.