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Proposición preliminar del CAEDEL-MEL a propósito de audición ante la Misión Parlamentaria sobre la vestimenta del velo integral

Si la Laicidad es, y no es más que, la estricta separación de el Estado de las religiones, entonces el problema de la vestimenta del velo integral no le compete a la laicidad

Esta concepción de la laicidad es lo que los anglosajones llaman secularismo. En la mayor parte de los países de Europa y del mundo, se ha dado a César lo que pertenece a César y a Dios lo que pertenece a Dios. Pero no porque las iglesias estén separadas de los estados que se han secularizado, resulta que los Estados son laicos.
 
Si se considera que la Laicidad no ha llegado por un toque de varita mágica, o que no es el resultado de una voluntad que trascendiera las sociedades, entonces hay que reconocer que la Laicidad ha llegado a través de valores, y de principios, y que continúa teniendo la misión de transmitir esos valores de estos principios. Un ejemplo simple: un país, simplemente, secularizado puede que organice su ciudad según los principios del comunitarismo, es decir reconocer derechos diferentes según las diferentes comunidades.
 
Para nosotros Laicistas, la Laicidad y el Comunitarismo son antinómicos. Y si estos valores son los mismos de los de los hombres que lucharon en 1905 para que la sociedad francesa se comprometa en una vía decididamente nueva-los valores de Ferdinand Buisson o de Jean Jaurès, los valores de la República, que además es social-, entonces tenemos base para proponernos la cuestión: los símbolos religiosos en general, y el velo integral en particular, tienen relación con la laicidad?
 
Quiero reflexionar detenidamente sobre tres aspectos de esta cuestión: El Ámbito Público, los Menores, Europa.
 
La religión es indiscutiblemente un asunto de la esfera privada. Suelo decir, en las reuniones públicas en las que participo, que el que cree en Halloween , puede pasearse por la calle con una enorme berenjena en la cabeza y que tiene todo el derecho. Es su derecho porque eso queda en el ámbito privado y no perturba el ámbito, incluso cuando se pasea por la calle. La gente, como mucho, le tomará por un iluminado.
 
Un individuo, hombre o mujer tiene todo el derecho, en su ámbito privado a estar con el pecho desnudo (semidesnudo). ¿Le permite lo mismo su libertad individual cuando entra en la esfera pública? (¿No se qué entiende por la esfera pública si es la calle o es una función de Estado?)
 
En mi esfera privada, tengo el derecho de fumar tantos cigarros como mis medios me lo permitan. Cuando mi esfera privada entra en la esfera pública, o incluso en otra esfera privada de uso público, mis derechos están limitados.
 
Mi reflexión no es solamente sobre el velo integral que llevan algunas mujeres. Se trata de las fronteras de la esfera privada, de las que ya Montesquieu había hablado en su tiempo.
 
Estamos todos de acuerdo en considerar que los derechos cívicos están abiertos a toda persona que no haya sido privada de ellos por la Justicia. Un monje vestido de túnica tiene pues el derecho de voto, y tiene derecho a ser elegido ¿pero es admisible que este monje quiera presidir el Consejo Municipal ostentando sus signos religiosos, que muestran que pertenece a una comunidad, que rehusa considerarse como elegido por todos los ciudadanos?
 
Pienso que esta misión parlamentaria ante la que la que estamos, tiene un enorme interés para abrir una reflexión mucho más amplia que si se tratara simplemente del velo integral, y que es necesario encontrar caminos para que la reflexión pueda continuar…
 
Por otra parte el velo integral islámico, como el velo islámico ordinario, la kippa, el hábito de las monjas son una manifestación excesiva de lo religioso que sobrepasa manifiestamente la simple libertad de conciencia. Salvo que se acepte vivir en un universo impregnado de religión.
 
La laicidad es el medio por el cual los no creyentes y los creyentes, en otra cosa, no resultan sofocados por la invasión de los símbolos religiosos. Estos signos religiosos no son neutros. Son verdaderos carteles publicitarios. Y si en nuestras ciudades en la esfera pública, los carteles publicitarios que supone una molestia comienzan a estar reglamentados ¿por qué los símbolos religiosos que conllevan una molestia excesiva no van a estar reglamentados?. Es una tarea de legislador delimitar dónde comienza o termina lo excesivo.
 
La República Laica, es la Libertad, es la Igualdad, la Fraternidad, la solidaridad social, aunque reciba serios recortes, y es el respeto de los otros y de sí mismo. Entonces, si se considera que un individuo, hombre o mujer, no se respeta y no respecta a los otros, cuando se pasea semidesnudo en elespaciopúblico, ¿vamos a considerar que alguien portando signos religiosos agresivos, se respeta y respeta a los otros? ¿Se puede admitir a alguien que se encierre en una vestimenta, rechazando la noción de igualdad, burlando/provocando la libertad de los otros y rehusando toda la fraternidad?
 
Y otra cosa más es cuando los que llevan los signos religiosos ostensibles, excesivos son jóvenes no mayores. Estos niños han elegido de verdad libremente? O no es que padecen la sumisión a la presión de la familia que dice: "esto no les puede hacer mal y siempre podrá escoger más adelante?" ¿No son estos niños porta estandartes de agentes que no se atreven, ellos mismos, a batirse por sus ideas?
 
¿Se puede considerar que estos niños tienen una esfera privada suficientemente consciente? ¿No hay manipulación de su ámbito privado, de su conciencia? Para mi la respuesta es claramente que sí.
Pero dado que representó al CAEDEL, Mouvement Europe et Laïcité, que publica un boletín titulado "Laicidad sin fronteras" me pregunto qué pasa fuera de nuestras fronteras. Casi todos los países de Europa se han planteado la prohibición del velo integral, y han tomado medidas orientadas a reglamentar este vestido que cubre completamente la cabeza y el cuerpo de las mujeres, con una rejilla que disimula sus ojos.

 
Entre los países que lo prohiben, en Holanda que durante tanto tiempo han sido muy permisivos, han sido los primeros en adoptar una ley, en la primavera del 2007, que prohibe el velo integral en las escuelas y en los transportes públicos. Cerca del 6% de holandeses son musulmanes, pero la burca no afecta más que a algunos centenares de mujeres. Recientemente la prohibición se ha extendido a las universidades.
 
Suecia e Italia han prohibido, también, el burca en los lugares públicos.
 
En Bélgica, el tema es de competencia de las Comunas, y varias han adoptado reglamentos prohibiendo cubrirse la cara hasta el punto de hacer imposible la identificación. Los textos no hace ninguna referencia explícita a la burca, pero se han publicado en particular en las comunas de la región de Bruselas en la que viven grandes poblaciones musulmanas. El Islam, por ejemplo, es la primera religión practicada en Bruselas, que tiene cerca de 80 mezquitas. Las personas que se consideran musulmanes se calculan en un 17%. Saltarse este reglamento de policía local se castiga una multa de cerca de 75 €, salvo en días de carnaval.
 
Otros países europeos que han tenido siempre una tradición de libertad en el vestido, como Alemania y el Reinó Unido, se han enfrentado a la cuestión de la burca.
 
Así, Gran Bretaña, durante mucho tiempo muy tolerante respecto a los símbolos religiosos, cambia después del 2006 y de los atentados de Londres, perpetrados por jóvenes nacidos y educados en Inglaterra; la percepción de las cosas ya no es igual. El velo integral ha sido denunciado por varios ministros de Su Graciosa Majestad como que es una "declaración visible de separación". Sin embargo hay que reconocer que el uso del velo integral negro sigue siendo corriente en algunos barrios británicos. En el este de Londres, muchas mujeres, muchas jóvenes, lo lleva en su vida cotidiana, hacen sus compras, con los niños de la mano. Y se constata que esto alimenta las tensiones entre personas de orígenes diferentes. En el Reino Unido, es corriente que haya mujeres que llevan el fulard cuando están ejerciendo su trabajo: enseñantes, abogados, recepcionistas. Esto supone verdaderos problemas para los contratos, que cuando ponen una condición en estesentido pueden ser acusados de que lo hacen por racismo.

En Alemania se ha iniciado un debate muy fuerte. Pero en este país también se toman medidas. Así en Bonn, dos alumnas de terminal habían sido excluidas de su instituto en el 2006 porque se habían presentado con el vestido que se pone a las mujeres en Afganistán. El director justificó su rechazo explicando que los profesores "quieren ver las caras de sus alumnos". Las dos jóvenes no podían seguir ni los cursos de deportes ni hacer los trabajos prácticos.

     Turquía en tanto que es República laica, tiene también reglas estrictas. Es imposible para una mujer cubierta por el velo estudiar en una universidad pública, llegar a ser funcionaria o abogada; y lo mismo para las que llevan burca. También es cierto que estas últimas generalmente no desea participar en la vida social y económica del país; sin embargo, estudios recientes muestran una bajada de llevar foulard o la burca. Y al contrario, desde los años 1990, jóvenes militantes luchan para tener el derecho de entrar en la Universidad con su foulard. La Corte de Justicia Europea se lo ha denegado definitivamente.
 
En fin y ¿que pasa en los Estados Unidos de América?
En este país la no injerencia del Estado y la libertad de culto están garantizadas estrictamente en la primera enmienda de la constitución. Manifestar su pertenencia es corriente en un país que tiene una gran variedad religiosa y en el que el 80% de la población se considera creyente. Barack Obama ha recordado claramente que "en Estados Unidos, nuestra actitud es no es la de decir a los ciudadanos lo que puede vestir (…). La forma más eficaz de integrar a toda las personas, a todas las confesiones fundidas, es no impedirles llevar vestidos tradicionales o de otro tipo". Entre los 6 u 8 millones de musulmanes del país, lo de vestir el burca es marginal, incluso en algunos Estados con fuerte presencia musulmana  (Illinois, Washington, Houston et Californie du Sud).
 

Sin embargo a las mujeres que lo llevan se les imponen algunas obligaciones legales. Así, en Florida, en el 2003, un juez rehusó atender la queja de una mujer con burca, por el motivo de que no podía leer en su cara si era sincera. Más recientemente, una mujer no ha podido obtener su permiso de conducir por qué no llevaba la cabeza despejada, como lo exige la ley para todas las fotos de identidad.
Los Estados Unidos son un gran país secularizado, pero en el que, para un no creyente, es un poco asfixiante pasearse por la calle en la que es agredido por cruces, kippas, velos, mientras que en muchas ciudades está prohibido fumar en la calle.

 
Por consiguiente si nosotros, en Francia, queremos poder continuar pensando libremente sin publicidades  agresivas, si queremos que cada uno pueda tener su esfera privada preservada, en particular los menores, entonces sí, es necesario ocuparse de los signos religiosos que invaden la esfera pública.
COMENTARIO
La cuestión del respeto y de la sumisión da mucho de sí, si tiramos del hilo. Muchos discursos que apelan al respeto lo confunden con la simple sumisión. 
Ya Rosa Parks se enfrentó a la norma que le obligaba a "respetar" a las personas de raza blanca. Estaba obligada a ceder el asiento a cualquier persona de raza blanca que estuviese de pié y sin asiento. Cierto dia se negó a ceder su asiento. Fué detenida, acusada y juzgada, seguramente con la argumentación que no habia "respetado" la "buena costumbre", o "su obligación" o "los derechos de la raza blanca", cuando lo que hizo fue, simplemente, dejar de someterse. 

El autor del artículo no tiene muy claro tampoco qué es respeto y qué sumisión porque lo que afirma como normalidad es la que ha vivido en su cultura. Por lo tanto el resto ya no es "normal", por lo menos en el contexto cultural "dominante", ante el cual todos los demás rasgos culturales deben "someterse", bajo el concepto de "respeto" hacia la dominancia cultural.

Desde luego que en el ámbito privado y sobre todo en la propia habitación o en el baño puede existir mucha libertad para estar en semidesnudez o incluso al desnudo por completo, siempre y cuando no se conviva con alguien que se dedique a "educar" o, más bien, a enseñar a someterse a su control o al de su propia moral.

En el ámbito público existen espacios en los que, por ejemplo, se puede tomar un baño, el sol o la sombra, en los cuales tal vez deba existir el sometimiento al costumbrismo cultural de usar alguna pieza de baño. A su vez también se introdujo el concepto de que existen playas-gueto donde las personas pueden prescindir del bañador, sin molestar a quienes no tienen la capacidad para tolerar la desnudez ajena. Así hay quien considera que señalando una playa "nudista", se es de lo más avanzado, social y políticamente. 
El contraste con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de las leyes de superior rango de España es que la desnudez no es un acto penalizable y que por lo tanto todas las playas son libres para usar ropas o para mantener cualquier grado de desnudez. Por extensión también lo son el resto de espacios públicos.

Opino que cualquier persona debe tener el derecho a elegir su ropa o indumentos y a que nadie interfiera, prohíba o le obligue a someterse a sus dictados.

Cuestión diferente es la entrada o la estancia en determinados ámbitos como escuelas, trabajo o lugares de concurrencia pública en los que pueden existir reglamentaciones claras de admisión o de permanencia de obligado cumplimiento, evitando el sexismo y la discriminación sin fundamento.

Saludos,  Just Roca i Duran

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