Esta concepción de la laicidad es lo que los anglosajones llaman secularismo. En la mayor parte de los países de Europa y del mundo, se ha dado a César lo que pertenece a César y a Dios lo que pertenece a Dios. Pero no porque las iglesias estén separadas de los estados que se han secularizado, resulta que los Estados son laicos.
Pero dado que representó al CAEDEL, Mouvement Europe et Laïcité, que publica un boletín titulado "Laicidad sin fronteras" me pregunto qué pasa fuera de nuestras fronteras. Casi todos los países de Europa se han planteado la prohibición del velo integral, y han tomado medidas orientadas a reglamentar este vestido que cubre completamente la cabeza y el cuerpo de las mujeres, con una rejilla que disimula sus ojos.
En Alemania se ha iniciado un debate muy fuerte. Pero en este país también se toman medidas. Así en Bonn, dos alumnas de terminal habían sido excluidas de su instituto en el 2006 porque se habían presentado con el vestido que se pone a las mujeres en Afganistán. El director justificó su rechazo explicando que los profesores "quieren ver las caras de sus alumnos". Las dos jóvenes no podían seguir ni los cursos de deportes ni hacer los trabajos prácticos.
Turquía en tanto que es República laica, tiene también reglas estrictas. Es imposible para una mujer cubierta por el velo estudiar en una universidad pública, llegar a ser funcionaria o abogada; y lo mismo para las que llevan burca. También es cierto que estas últimas generalmente no desea participar en la vida social y económica del país; sin embargo, estudios recientes muestran una bajada de llevar foulard o la burca. Y al contrario, desde los años 1990, jóvenes militantes luchan para tener el derecho de entrar en la Universidad con su foulard. La Corte de Justicia Europea se lo ha denegado definitivamente.
En fin y ¿que pasa en los Estados Unidos de América?
En este país la no injerencia del Estado y la libertad de culto están garantizadas estrictamente en la primera enmienda de la constitución. Manifestar su pertenencia es corriente en un país que tiene una gran variedad religiosa y en el que el 80% de la población se considera creyente. Barack Obama ha recordado claramente que "en Estados Unidos, nuestra actitud es no es la de decir a los ciudadanos lo que puede vestir (…). La forma más eficaz de integrar a toda las personas, a todas las confesiones fundidas, es no impedirles llevar vestidos tradicionales o de otro tipo". Entre los 6 u 8 millones de musulmanes del país, lo de vestir el burca es marginal, incluso en algunos Estados con fuerte presencia musulmana (Illinois, Washington, Houston et Californie du Sud).
Sin embargo a las mujeres que lo llevan se les imponen algunas obligaciones legales. Así, en Florida, en el 2003, un juez rehusó atender la queja de una mujer con burca, por el motivo de que no podía leer en su cara si era sincera. Más recientemente, una mujer no ha podido obtener su permiso de conducir por qué no llevaba la cabeza despejada, como lo exige la ley para todas las fotos de identidad.
Los Estados Unidos son un gran país secularizado, pero en el que, para un no creyente, es un poco asfixiante pasearse por la calle en la que es agredido por cruces, kippas, velos, mientras que en muchas ciudades está prohibido fumar en la calle.
Ya Rosa Parks se enfrentó a la norma que le obligaba a "respetar" a las personas de raza blanca. Estaba obligada a ceder el asiento a cualquier persona de raza blanca que estuviese de pié y sin asiento. Cierto dia se negó a ceder su asiento. Fué detenida, acusada y juzgada, seguramente con la argumentación que no habia "respetado" la "buena costumbre", o "su obligación" o "los derechos de la raza blanca", cuando lo que hizo fue, simplemente, dejar de someterse.
El autor del artículo no tiene muy claro tampoco qué es respeto y qué sumisión porque lo que afirma como normalidad es la que ha vivido en su cultura. Por lo tanto el resto ya no es "normal", por lo menos en el contexto cultural "dominante", ante el cual todos los demás rasgos culturales deben "someterse", bajo el concepto de "respeto" hacia la dominancia cultural.
Desde luego que en el ámbito privado y sobre todo en la propia habitación o en el baño puede existir mucha libertad para estar en semidesnudez o incluso al desnudo por completo, siempre y cuando no se conviva con alguien que se dedique a "educar" o, más bien, a enseñar a someterse a su control o al de su propia moral.
En el ámbito público existen espacios en los que, por ejemplo, se puede tomar un baño, el sol o la sombra, en los cuales tal vez deba existir el sometimiento al costumbrismo cultural de usar alguna pieza de baño. A su vez también se introdujo el concepto de que existen playas-gueto donde las personas pueden prescindir del bañador, sin molestar a quienes no tienen la capacidad para tolerar la desnudez ajena. Así hay quien considera que señalando una playa "nudista", se es de lo más avanzado, social y políticamente.
El contraste con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de las leyes de superior rango de España es que la desnudez no es un acto penalizable y que por lo tanto todas las playas son libres para usar ropas o para mantener cualquier grado de desnudez. Por extensión también lo son el resto de espacios públicos.
Opino que cualquier persona debe tener el derecho a elegir su ropa o indumentos y a que nadie interfiera, prohíba o le obligue a someterse a sus dictados.
Cuestión diferente es la entrada o la estancia en determinados ámbitos como escuelas, trabajo o lugares de concurrencia pública en los que pueden existir reglamentaciones claras de admisión o de permanencia de obligado cumplimiento, evitando el sexismo y la discriminación sin fundamento.
Saludos, Just Roca i Duran