El parlamentario electo de Ezker Batua Berdeak, Mikel Arana, ha denunciado este martes que los obispos vascos pretenden “judicializar” la libertad de credo para “imponer” la religión en la escuela pública “que, no olvidemos, se enmarca en un Estado laico, por lo que debería ser extracurricular”.
Arana se ha referido, de esta manera, a la decisión de los prelados vascos de interponer un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco contra el currículo de bachillerato, aprobado por el Ejecutivo autónomo, con el argumento de que “ni se atiene a la legalidad ni valora suficientemente el bien social que aporta la enseñanza de la religión".
El dirigente de Ezker Batua Berdeak entiende que la escuela pública “debe ser laica” y ha precisado que el decreto del Gobierno vasco se “atiene a la legalidad vigente” al respetar los acuerdos entre el Gobierno español y la Iglesia de Roma, porque oferta la asignatura obligatoria de Religión en los centros públicos.
A su juicio, “si los padres están verdaderamente interesados en que sus hijos reciban clase de religión, no sentirán como discriminación que éstos tengan una carga académica mayor, simplemente agradecerán que se les ofrezca esta asignatura”.
“Si se matriculan menos alumnos a estas clases, los obispos tendrían que pensar que los motivos no están en el horario o en la mayor carga lectiva que supone, sino en otros aspectos”, ha señalado.
Para Fernández, “en ningún caso la nueva consideración de la asignatura de religión en la escuela pública está minusvalorada, pues se inscribe en la libre elección del alumnado”. “Muy al contrario, si de verdad se constata desmotivación por parte del alumnado y preocupación por parte de las familias que quieren educar a sus hijos en una religión concreta, esto se debe entender como una opción personal, pero nunca utilizarlo como una imposición hacia aquellas otras familias que apuestan, defienden y quieren vivir en una escuela con valores laicos”, ha añadido.
