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Poder político y poder rociero se enseñan los dientes

La batalla no ha hecho más que comenzar, pero se adivina larga y enconada. El Ayuntamiento socialista de Aznalcázar quiere cobrar y las hermandades rociares no quieren pagar. ¿Pagar un impuesto por hacer el camino para rendir tributo a la Reina de las Marismas?, se preguntan perplejas las hermandades, verdadero poder fáctico en la baja Andalucía. ¿Seguir asumiendo el Ayuntamiento los elevados costes de retirar las montañas de suciedad que dejan los hermanos rocieros a su paso por los pinares del pueblo?, se pregunta la alcaldesa Dolores Escalona.

Los devotos vienen a sostener que lo suyo es amor al prójimo y a la Virgen y que el amor no puede pagar impuestos, mientras que los políticos replican que ya hay otros pueblos, como Almonte o Hinojos que cobran fianzas a las hermandades y tasas a los vehículos privados que cruzan su territorio camino de la aldea del Rocío y lo dejan todo hecho un asco. Las espadas están en alto. O los cirios, si se quiere. La vara municipal contra el  simpecado rociero.

Para empezar, el presidente de la Hermandad matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales, ha rechazado este sábado la ordenanza aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Aznalcázar, en Sevilla, sobre el uso público y aprovechamiento de espacios forestales, que entre otras cosas incorpora una fianza de 3.000 euros para las hermandades rocieras que transiten o pernocten en los espacios forestales de este municipio del área de influencia del parque natural de Doñana.

De momento, ambos contendientes están muy firmes en sus posiciones. El equipo de gobierno cuenta con los votos del pueblo, pero las hermandades cuentan con la Virgen del Rocío, y pocas veces el poder temporal ha derrotado a las huestes marianas cuando ambos han medido sus armas en el campo de batalla de las marismas del Guadalquivir, un terreno donde los rocieros se mueven, nunca mejor dicho, como pez en el agua.

INJUSTO Y ABUSIVO

En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Hermandad de Almonte ha señalado que esta medida es “injusta y abusiva” ya que con ella el Consistorio “pretende hacer caja” con las hermandades rocieras que “no tienen ningún ánimo de lucro” y que “solo pretenden hacer trabajos caritativos, ayudar al prójimo, e inducir a la devoción a la Virgen del Rocío”.

Del mismo modo, el presidente de las hermandades rocieras ha señalado que “el sentir general de todas las hermandades es la de no pagar nada por ese concepto”, por lo que “no pararán por el pueblo, o se darán la vuelta aunque tengan que desviarse, pero en ningún momento están dispuestas a pagar”.

A juicio de Reales, las zonas donde pernoctan las hermandades “son públicas” por lo que el Consistorio no puede “pretender cobrar”, así, ha lamentado que si el pueblo pretendía “distinguirse” por su acogida a estas congregaciones religiosas “en el momento que se aplique esta medida, se va a perder la relación con el pueblo y el Ayuntamiento quedará en evidencia por perder ese momento tan grande como era el paso de las hermandades rocieras”.

En la misma línea, Reales ha insistido en que esta medida es un “empeño” del Ayuntamiento que se “ha quedado aislado al no consensuar la medida con nadie”. Así, el presidente de las hermandades ha recordado que “la Junta de Andalucía se ha posicionado en contra de esta medida contra la que mantienen un contencioso administrativo”.

En este sentido, la delegación de la Junta en Sevilla está colaborando con las hermandades en búsqueda de caminos alternativos con el fin de que “no tengan que acampar en la localidad”, según ha explicado.

Finalmente, el presidente de las comitivas rocieras ha señalado que al igual que el año anterior “no se puede cobrar una fianza preventiva debido a que tampoco puede distinguir que los daños lo realicen personas de las hermandades rocieras ya que por allí pasan miles de personas”.

LA ALCALDESA DEFIENDE LO SUYO

La alcaldesa de Aznalcázar (Sevilla), Dolores Escalona (PSOE), ha defendido este viernes la incorporación de una fianza de 3.000 euros y cuotas de 25 euros por vehículo para las hermandades rocieras que pernocten o sesteen en los espacios forestales de este municipio, argumentando que estas actividades generan costes para las arcas municipales en materia de seguridad y limpieza.

En concreto, el pleno celebrado el pasado martes aprobó por unanimidad modificar las ordenanzas reguladoras de los impuestos de bienes inmuebles (IBI), de vehículos de tracción mecánica (IVTM), del valor de los terrenos de naturaleza urbana (IVTNU), y de los servicios y actividades deportivas. También fue aprobada la ordenanza municipal reguladora del uso público y aprovechamiento de espacios forestales, si bien fuentes municipales han informado a Europa Press de que el PP votó en contra de este aspecto.

Esta ordenanza, en concreto, obliga a las hermandades rocieras que pernocten o sesteen en los conocidos pinares de este municipio, a entregar una fianza de 3.000 euros cuya devolución está sujeta a la ausencia de perjuicios durante su estancia, además de una cuota de 25 euros a pagar por cada vehículo de estas comitivas rocieras.

OTROS TAMBIÉN LO HACEN

En ese sentido, la alcaldesa de Aznalcázar ha manifestado a Europa Press que pese al debate público suscitado, no se trata de “nada nuevo”, explicando que los ayuntamientos de Almonte e Hinojos, ambos en la provincia de Huelva, aplican medidas similares con las hermandades. Dolores Escalona ha explicado que la fianza de 3.000 euros por pernoctar o sestear en los pinares del municipio se aplicará a las hermandades rocieras para prevenir cualquier perjuicio al municipio a cuenta de las actividades de las comitivas rocieras, porque en ocasiones, “cuando pasa una hermandad, aquello parece África”, ha dicho en referencia a los residuos abandonados en los espacios forestales o los desperfectos, porque “el pinar no es sólo para los rocieros”.

En cuanto a la cuota de 25 euros por vehículo, explica que las hermandades que deciden pernoctar o sestear en los pinares de Aznalcázar generan unos gastos al Ayuntamiento en materia de seguridad y limpieza, con lo que ha argumentado que se trata de un modo de compensar tales costes.

Caballistas de una hermandad rociera

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