El Círculo Podemos Espiritualidad Progresista lo integran individuos unidos por su fe en distintos credos, pero también por el convencimiento de que los ciudadanos deben participar en la política: “O la haces o te la hacen”, aseguran
Podemos ha dejado muy claro que quiere un modelo de Estado laico, y la mayoría de los integrantes del Círculo Espiritualidad Progresista están de acuerdo, a pesar de que su principal nexo de unión es su fe en distintas confesiones. "Un Estado laico es garantía de respeto para todas las convicciones religiosas", asegura a Público Raquel R. Otero, una de las portavoces de este círculo. Hasta la fecha, hay círculos de periodistas, enfermeras o militares, además de los territoriales, pero entre los más de mil círculos de Podemos sólo se conoce uno en el que la religión tenga un papel protagonista (Islam), y ninguno en el que varias confesiones compartan el papel principal.
En este caso, son cristianos, musulmanes, budistas o hinduistas, de Madrid y otras partes de España, que en septiembre decidieron poner en marcha un círculo "ecléctico", para "buscar valores comunes" entre los credos, y para "construir subjetividad humana en el movimiento". De momento son cerca de 50 personas, conectadas entre sí mediante herramientas telemáticas, y no dudan en mostrar su apoyo a una fuerza política que persigue la disolución de los acuerdos con el Vaticano, porque no consideran necesarias a las instituciones para "ganar en espiritualidad". Y, porque creen que España vive hoy un momento "histórico", en el que es necesario involucrarse en política; "O la haces, o te la hacen", apunta Otero, recordando una de las características inevitablemente asociadas al ADN de Podemos.
Así, y frente a las posturas tradicionalmente defendidas por algunas de las religiones que profesan, los integrantes del Círculo Espiritualidad comparten las líneas rojas de la formación en lo que respecta a los derechos humanos, a la igualdad entre hombres y mujeres, al rechazo a la discriminación en base a la orientación sexual… "Esos son justamente los valores que nos han llevado a Podemos", asegura Otero, antes de reconocer que aún no tienen una postura clara sobre el aborto.
Lo que sí han dejado claro son sus dos líneas básicas de actuación: "Trabajar en profundidad los valores de la Carta de la Tierra y aportarlos al movimiento, y hacer llegar a la gente creyente o que atiende a sus necesidades espirituales que una verdadera espiritualidad pasa por defender los derechos de los más débiles", explica Otero. "Una verdadera espiritualidad pasa por defender los derechos de los más débiles, de los más desvalidos, de los más maltratados, de los desahuciados, de los que no reciben ayudas sociales. Hoy por hoy es Podemos quien más claramente defiende esos derechos, frente a las políticas neoliberales aplicadas por los gobiernos de PP y PSOE", reivindica.
A su juicio, la formación es una verdadera alternativa "para la creación de un Estado Social", y su líder, Pablo Iglesias, está "altamente valorado" por los simpatizantes del partido. Por otro lado, y aunque no pudieron presentar borradores en la primera etapa de la Asamblea Ciudadana, Otero y sus compañeros de círculo siguieron de cerca lo ocurrido en el encuentro celebrado en Vistalegre, y evalúan que en las votaciones "ha ganado la democracia interna de Podemos".
La única crítica que hacen al funcionamiento de la formación es "el caótico mar de espacios virtuales, la proliferación de actos y convocatorias", aunque señalan que esto también supone "un indicador de vida e ilusión" de la joven iniciativa política.
"Saben que existimos"
Como aún ocurre con centenares de círculos, Espiritualidad Progresista no ha sido oficialmente validado por el equipo técnico, pero su portavoz aclara que ya han mantenido reuniones con otros círculos sectoriales: "Saben que existimos", apunta.
De momento, sólo han convocado dos asambleas presenciales en Madrid, pero mantienen contacto con ciudadanos de Barcelona y otros lugares, que ya han mostrado interés por el círculo. Tampoco saben si presentarán alguna candidatura para las elecciones a los cargos orgánicos, aunque creen que es "algo precipitado para un círculo en construcción", que aún debe adoptar una estructura organizativa, regularizar sus reuniones…
En resumen, la denominación del círculo puede llamar la atención a priori, y sus integrantes observan la realidad desde un prisma algo distinto al de otros agrupaciones sectoriales, pero se enfrentan a las mismas problemáticas que deben abordar los otros 999 círculos que forman Podemos. Como explica Otero, la fe que profesan les ha servido para unirse, y ahora pretenden plasmar ideas colectivas y buscar soluciones concretas, más allá de lo anecdótico, para aportar su grano de arena a la vida política de nuestro país.
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