La Fecapa señaló en un comunicado que los hechos "demuestran que la directora tiene poco o ningún respeto por el trabajo de los alumnos del centro, ya que éste ha sido despreciado", y que los estudiantes se sienten "ultrajados por la decisión adoptada en cuanto al Nacimiento que habían realizado".
A juicio de esta Federación, la decisión de la directora "no respeta las creencias religiosas de las personas" y "es contraria a la Constitución española y a los Derechos Humanos".
Por ello, reclamará su cese como directora:
"Por irrespetuosa, por inculta, por intolerante, por fundamentalista atea y por no tener las actitudes y conocimientos que se requieren para el puesto de director de un centro de enseñanza".
El Obispado de Málaga informó de que los hechos ocurrieron el 1 de diciembre, cuando la directora desarmó y quitó el belén al argumentar "que en una escuela pública de un país laico no están permitidos los símbolos religiosos".
Según el Obispado, el belén "destruido" y otros que iban a hacer los grupos que cursan la asignatura de Religión se construyen "con figuras compradas o elaboradas por los propios alumnos y con el dinero particular de los profesores de Religión".