Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

“Para evitar embarazos yo creo en los anticonceptivos, no en los padrenuestros”

“Como soy tan pequeña, en seguida cogí peso así que no tardé en enterarme de que estaba embarazada. No sé cómo ha pasado. Mi madre me dijo: ‘Si Dios ha puesto eso ahí, será por un motivo’. Mi marido —de 18 años— está encantado porque él quería ser padre. Yo quería estudiar un poco más, pero bueno… “. Crisman Martínez, dominicana de 16 años, está a semanas de tener a su primer hijo.

República Dominicana es uno de los cinco países en todo el mundo que prohíbe el aborto bajo cualquier circunstancia. En este país se palpan dos de las principales cuentas pendientes de América Latina y el Caribe. Se trata de la región del mundo que menos ha conseguido reducir la maternidad adolescente durante la última década y el 25% de las niñas se casa (formal o informalmente) antes de los 18.

Crisman se encuentra junto a una veintena de muchachas en una sala del hospital materno infantil San Lorenzo de Los Mina, en Santo Domingo. Aquí les van a hacer las pruebas del VIH-sida. Yesenia Ramírez (22 años), otra de las chicas, afirma que ella sí que va a seguir estudiando. Lleva un año con el padre. No están casados, sino en lo que se conoce como unión libre. Su historia es la misma que hay detrás de muchas jóvenes embarazadas, con pocas variaciones. Ella cuenta que de vez en cuando se tomaba la pastilla del día después como método anticonceptivo —una auténtica bomba para el cuerpo— hasta que le dijeron que se podía quedar estéril. Y llegó el bebé.

“Hay que ofrecer educación sexual desde los ocho años e involucrar al varón en ella, que parece que las mujeres nos preñamos solas”, apunta la doctora Cano, que dirige desde hace años el servicio de salud sexual y reproductiva de este hospital. “El sistema de salud tiene que tener más recursos, no puede ser que para que les receten la píldora tengan que estar aquí tres horas, porque se van”. Efectivamente, un simple paseo por el centro basta para comprobar su saturación. “Para evitar embarazos yo creo en los anticonceptivos, no en los padrenuestros”, sentencia esta enérgica doctora. Según la Autopsia Fiscal que realizó el año pasado Oxfam, 746 millones de dólares del presupuesto de la nación dedicados a “gastos discrecionales y sin justificar” podrían destinarse a otras necesidades. El gasto en salud del país es del 1,8% del PIB aunque por ley debería ser del 3,76%.

Ni hablar del tema

Hablar con los padres o con los profesores de educación sexual es un tabú, igual que mencionar la palabra aborto. El Gobierno actual ha tratado de despenalizar la interrupción del embarazo al menos en caso de violación o riesgo de vida para la madre o el feto, pero la reforma del código penal está estancada. Solo el hecho de que se plantee esta posibilidad despierta entre el sector conservador más radical una oposición tan feroz que bloquea cualquier avance. Ni hablar del tema. La tasa de fertilidad de República Dominicana es de 2,43 hijos por mujer, aunque entre las que no tienen estudios esta cifra se eleva a 3,5. Tal y como muestra la última encuesta de UNFPA, alrededor del 47.7% de los embarazos no son planificados, una cifra que se incrementa a 51.5% en adolescentes de 14 a 19 años.

La ministra de la Mujer, Janet Camilo, habla en su despacho del poco margen de maniobra que tiene el Gobierno: “Aquí llevamos toooda la vida con el tema del aborto. El Presidente actual es el único que ha dicho públicamente que cree en las tres causales (violación o riesgo para la madre o el feto). Hemos lanzado programas para reducir el embarazo adolescente diseñados para que lleguen a cada municipio. Tratamos de explicar a las chicas que tienen que postergar ese momento, que esos son sus años de desarrollo personal”.

Para cambiar esto, hace falta algo más que poner carteles informativos en los hospitales. “El problema es que las intervenciones a largo plazo requieren de una gran inversión de dinero”, afirma al teléfono Xiomara Alemán, especialista en protección social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Alemán participó en la elaboración de un estudio publicado este año por la institución sobre este asunto. “Lo que concluimos es que en la mayor parte de los países se ha enfocado este tema como un tema de salud, cuando hay que abordarlo también desde la educación, o desde la cultura. Influyen mucho las letras de las canciones que estos chicos escuchan, por ejemplo”. Para la experta, uno de los grandes errores ha sido que los Gobiernos se han centrado en la atención una vez que ya hay embarazo, no a la prevención: “Ahorita estoy en Bolivia, donde una partida dedicada a educación sexual ha pasado de 5,6 millones de dólares a cero. Eso te da una idea de la tendencia y te permite entender el fenómeno”.

Se te pasa el arroz a los 18

Otro de los elementos que define el paisaje dominicano es el de los matrimonios infantiles. Un estudio realizado por Unicef en coordinación con el Gobierno dominicano concluyó que el 35,9 % de las mujeres jóvenes (entre 20 y 24 años) del país se casó o unió antes de los 18 años y el 12,3 % lo hizo antes de los 15 años. Representan unas cifras muy por encima de la media de la región, en donde hay 60 millones de niñas o adolescentes casadas. “A pesar de que la República Dominicana es un país de ingresos medios altos, la incidencia del matrimonio infantil es similar a la de los países del África Subsahariana”, reza el informe. De hecho, América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años.

Rosa Elcarte es la representante de Unicef en República Dominicana: “Este país es muy católico, muy promiscuo y valora muchísimo la virginidad”. La organización ha comenzado a trabajar este año con el Gobierno en un plan para prevenir las uniones tempranas. “Hasta hace cuatro, ni se hablaba de esto. Era algo que formaba parte del paisaje. Tu abuela y tu madre se han casado con menos de 15 años, así que tú también”, detalla.

Elcarte hace un diagnóstico claro: “Lo que más influye es el machismo. Afecta muchísimo. Lo de que un hombre es más hombre mientras tenga muchas mujeres… Por debajo de los 15 años aquí ofrecen a las niñas a cambio de una compensación económica, y por encima de los 18 son ellas las que tienen la presión social de que se les a va a pasar el arroz”.

PREMATUROS Y MADRES CON VIH QUE DEPENDEN DE DONACIONES

Dalinda Arrindel, coordinadora del servicio de transmisión vertical.
Dalinda Arrindel, coordinadora del servicio de transmisión vertical.

El pobre acceso a anticonceptivos, sumado a la casi nula educación sexual crea el caldo de cultivo perfecto para la transmisión del VIH-sida en República Dominicana. 70.000 personas viven en el país con el virus y 1.400 son menores de 14 años, según datos de Onusida. La enfermedad mata a 1.200 personas cada año y deja más de 42.000 huérfanos. En 2018 se detectaron menos de 100 nuevos casos en niños.

Dalinda Arrindel, coordinadora del programa de transmisión vertical del VIH (de madres a hijos) cuenta que utilizan trucos para lograr que las madres que dan positivo tomen sus medicinas regularmente. “Conseguimos que vengan al hospital (San Lorenzo de Los Mina) porque aquí les damos leche para sus bebés. También celebramos Reyes, por ejemplo, les damos regalos a los niños. Ese es otro motivo que las empuja a venir”, explica. Todo esto se consigue gracias a donaciones solidarias, porque un programa como este no puede depender del esquilmado presupuesto del sistema sanitario.

En otro edificio del complejo, Catalina Santana, de 20 años reposa en una sala junto a su recién nacida. Un minúsculo bebé prematuro que llegó al mundo con menos de un kilo. “Yo vivo en un pueblo a unas horas de aquí. Cuando ella nació, como era tan pequeña, cogí un autobús con ella y vine hasta aquí”, relata la joven. La llamó Carol Milagro. Ambas forman parte de un programa de piel con piel en el centro hospitalario por el que no les dan el alta hasta que los niños pesan al menos un kilo y medio. Pero en una visita de la doctora, se apresura a preguntar cuándo podrá irse, tiene otros hijos de los que ocuparse.

Según datos de la Dirección Nacional de Epidemiología recogidos por la prensa local, cada mes en el país mueren 16 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto. Solo en 2018 fallecieron 197. Repúlica Dominicana tiene la tasa de muertes relacionadas con el parto más alta de la región. Según las propias autoridades, el mayor riesgo recae sobre las adolescentes y menores de 30 años y el 82% eran evitables.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share