El Observatorio Eclesiástico alertó que el apremio de ese culto forma parte de la crisis mundial que vive por la pérdida de feligresía y por el proselitismo religioso que impulsa –pretextando libertad de culto– en México y América Latina de institucionalizar su enseñanza en escuelas públicas e instancias de gobierno, como empezaron a dar los primeros pasos en el sexenio pasado con Carlos Abascal.
El representante de la red que agrupa a un variopinto de organizaciones sociales de inspiración cristiana, José Guadalupe Sánchez, advirtió que muy pocas acciones de la Iglesia católica en el país “no son actos de proselitismo”, debido a que su actuación obedece en gran parte a una amplia agenda política que busca imponer sus dogmas en la enseñanza pública de nivel básico y que intenta extenderse en la atención a militares y a pacientes de hospitales, “a petición de los interfectos, apelando a la libertad de culto”.
La Red Todos los Derechos para Todos señaló que partiendo del hecho de que se está un Estado laico, las instituciones deben mantener esa característica y el Ejército debe permanecer en esa línea.
“En esa clara distinción, no creo que deba darse pie a una actitud donde la Iglesia católica sea la única a la que se le abran las puertas a una participación pastoral mucho más activa dentro del Ejército”, refirió Édgar Cortez, secretario de la red, en entrevista.