Nosotras decidimos, es un eslogan de quienes reivindican “decidir sobre su propio cuerpo”, en relación al aborto, y al “Código Orgánico de Salud” que se debate en la Asamblea Nacional y que moviliza a conservadores retardatarios y religiosos del país, como que las leyes deben responder a los dogmas religiosos, pero en un estado laico como el nuestro, el aborto es tema de salud pública y un “acto de fe”.
Esta arremetida conservadora señala un supuesto adoctrinamiento en “ideología de género” en las escuelas contra una ley específica sobre la “violencia de género”, y en general hipócritamente sobre todo a lo que “huela a sexo” y rechace la supremacía del patriarcado: Negar la información sobre la sexualidad a los adolescentes les impide manejar responsablemente su vida sexual y reproductiva, conocer sobre su propio cuerpo y los prejuicios machistas sobre los anticonceptivos, evitaría embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y disminuir los abortos, que deben ser legalizados como en otros países porque un niño debe ser fundamentalmente deseado, protegido y amado y no engrosar la sobrepoblación de niños en la calle con hambre, enfermos, violados y explotados.
Cuando una mujer aborta, no solo aborta un embrión, sino el miedo al qué dirán, al mandato de ser solo madre, aborta el patriarcado milenario, porque sin duda si los hombres parieran, hace mucho tiempo el aborto hubiera sido legal…
