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No recetar oraciones

Envía buenas vibraciones pero guárdatelas para ti. Con el fin de medir el efecto de las oraciones de terceras personas por la recuperación de los pacientes, unos investigadores no encontraron evidencia alguna de intervención divina. Pero encontraron sin embargo una posible prueba del poder del pensamiento negativo.
 
Un estudio de tres años de duración sobre los ‘Efectos terapéuticos de la oración por la intercesión de los enfermos” (STEP) publicado el 4 de abril en el American Heart Journal es el mayor intento realizado hasta la fecha aplicando métodos científicos para medir la influencia del rezo en el bienestar de los demás. Se examinaron 1.800 pacientes sometidos a operación de bypass cardíaco. En la víspera de la intervención, grupos de fieles comenzaron una sesión de dos semanas de rezos por una serie de pacientes. Por cada operado había un conjunto de unos 70 orantes, ningunos de los cuales conocía personalmente al enfermo. El estudio no encontró diferencias en la proporción de supervivencia ni de complicaciones quirúrgicas en comparación con aquellos por los que no hubo oraciones. El único rasgo estadísticamente significativo apareció en un subgrupo de pacientes por los cuales se rezó y se les comunicó que así se haría. Estos sufrieron un mayor número de arritmias post quirúrgicas (59% contra 52% de los sujetos que no se les dijo nada).

El equipo de investigación –un psicólogo, sacerdotes y médicos de diferentes instituciones, incluidas la Facultad de Medicina de Harvard y la Clínica Mayo, sugirieron que los nervios pudo ser la causa. Charles Vetea, médico del Hospital Coronario Bautista Integris, uno de los centros que realizaron el estudio, en Oklahoma City, dijo en una conferencia en abril “Se sabe que la ansiedad suele elevar los niveles de adrenalina y estos empeorar la fibrilación. El paciente podría preguntarse ¿tan mal estoy que piden rezar por mi? ”. Dean Marek, capellán jefe de la Clínica Mayo, vio el problema como un posible error en el diseño del estudio: “No se hallaba presente el sentido de comunidad. Se podría hablar de oración impersonal, en lugar de rezo por la intercesión”

Sin llegar a afirmar que la capacidad curativa de la oración por parte de amigos y parientes puede basarse más en las relaciones personales que en las oraciones, los autores manifiestan que no tienen intenciones de continuar el estudio. Éste, patrocinado en gran medida por la fundación John Templeton, costó 2,4 millones de dólares.

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