Muerta la investigación, la única vía que les quedaba a los laicistas era avisar a los ayuntamientos de que vigilasen los bienes que considerasen del pueblo para evitar sorpresas. Con este fin, remitieron un escrito informando de la problemática de las inmatriculaciones. "Esto no es un ataque a la Iglesia Católica", recordó García, "sino contra un privilegio que nos parece inconstitucional al dar poderes de fedatario público a una confesión religiosa". Sin embargo, esta iniciativa no ha cosechado el menor éxito en los municipios. "En honor a la verdad, no hemos recibido ni una sola contestación", admitió García. "Nosotros hemos hecho lo que hemos podido".
Estella aprobó una polémica moción instando a la recuperación del templo del Santo Sepulcro, mientras otros grupos pedían la devolución por ser inmatriculada en 1981
El debate partió por la inmatriculación que hizo el Arzobispado de este edificio en 1981 con una ley…