Un acto católico interno en Albacete, como es la toma de posesión de un obispo, (como lo fue la despedida del anterior), se convierte en un acontecimiento político institucionalizado de enorme magnitud en Albacete.
En una peligrosa y decepcionante vuelta al nacional-catolicismo y con ello, violentando la Constitución, por parte de quienes dicen defenderla.
Suma y sigue… ¡política institucional y religión, de la mano!
Siento tristeza, vergüenza, preocupación.. Pena… Ya ni siquiera siento indignación.
Francisco Delgado. Albacete/Europa Laica
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*Fuente e imágenes, prensa local.
