Las mujeres organizadas en distintas instituciones plantearon una nueva Constitución en la cual proponen la laicidad del Estado, lo cual debía abarcar tanto lo religioso como lo educativo y otras áreas de la vida cotidiana.
De ahí que piden que el matrimonio sea civil, reconociendo los casamientos religiosos realizados con anterioridad a esta reforma constitucional, aunque plantean que las uniones consensuadas estables tengan los mismos efectos que el matrimonio civil.
Como parte de esta sugerencia está lo de la educación laica y de calidad, que respete su identidad y promueva su autoestima.
En las propuestas que presentó este sector organizado en el Foro de Mujeres para la Reforma Constitucional también plantean que en los cambios a la Carta Magna se reconozca el trabajo doméstico como actividad económica que crea valor agregado y produce bienestar social.
Asimismo, las mujeres propusieron que las trabajadoras del hogar, aunque no sean remuneradas, tengan derecho a la seguridad social.