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Mimunt Hamida Yahia

Mimunt Hamida Yahia: El velo es la opresión del patriarcado islamista

(Traducción automática realizada por una Inteligencia Artificial)

El libro nace a raíz de un blog en internet. Explique cómo se gesta ‘No nos taparán’.

Está pensado para las mujeres nacidas en contextos islámicos, y así lo digo porque no quiero decir musulmanas. Muchas de estas mujeres no son creyentes, y me incluyo. Por tanto, no podemos calificarnos de musulmanas aunque lo hayamos sido casi toda la vida. Es un problema que existe sobre todo en Catalunya, donde los cuentan como musulmanes pero nadie les ha preguntado si creen o no y los ponen en el saco.

Encuentra en las redes sociales un altavoz.

Sí, porque a las mujeres que como yo hemos nacido en el seno de familias musulmanas y se nos trata como musulmanas, nos es muy difícil expresarnos, hablar en público…, porque primero se nos excluye de nuestra comunidad musulmana, que te expulsa en el momento que no sigues las normas, y porque en segundo lugar está el feminismo institucional, que también te expulsa. Se defiende una minoría que profesa una determinada religión; no se defiende minorías, en este caso mujeres, que han dejado esa religión y están oprimidas por haber dejado esa religión.

¿Las mujeres que no encajan en los parámetros de “feminismo institucional”?

Exacto. Te lo cuento de una forma muy gráfica. El caso de Cataluña, que es la realidad que más conozco y pienso que es la más afectada de todo el Estado español porque es la que tiene mayor inmigración, más personas venidas de contextos islámicos. Esquerra Republicana tiene en el Parlament una diputada musulmana, Najat Driouech, que lleva velo. Si no llevara velo no se le reconocería como musulmana. Esto es hacer el juego al islamismo que dice que todas las mujeres musulmanas debemos ir veladas. Y es bastante peligroso. Especialmente para las mujeres musulmanas que no llevan velo, porque se las clasifica entre puras e impuras en un país en el que, además, se supone que se está educando en igualdad de derechos. Es un problema grave en Cataluña porque es donde más mujeres musulmanas o de contextos musulmanes existen y porque no se entregan de esa opresión, de este patriarcado islamista. No hablo del islam como religión, sino como ideología. Es una forma de exclusión y racismo.

Claro. Quiero dejar muy claro que soy una persona de izquierdas. Porque siempre debo justificarlo en el sentido de que este discurso lo aprovecha la derecha xenófoba. Soy una persona con principios de izquierdas y me cuesta mucho entender esta nueva izquierda que incluye símbolos misóginos como el velo. No es una simple prenda, que es lo que he oído decir a Najat Driouech. Si lo fuera se le podría quitar, y no puede hacerlo delante de hombres que no sean de su familia. Por eso nunca quieren un debate con mujeres de contextos musulmanes que no sean musulmanas de religión o sean laicas, porque el discurso se desmonta muy rápido. Yo era adolescente durante el franquismo cuando en ese país todo el mundo debía ser católico y se validaban las identidades religiosas, es decir, el catolicismo. Y ahora me encuentro partidos de izquierda que están validando identidades religiosas como la musulmana.

Uno de los valores del republicanismo es la laicidad. ¿Se ha perdido?

Ya no aparece en ningún programa electoral y si lo hace es puesto con calzador. Nadie habla de derogar a los concordados con la Santa Sede ni a los concordados con la Comisión Islámica, firmados en 1992, con la Judía y el Evangelista. Si la izquierda no trabaja para derogar a estos concordados, pues está devaluando sus valores, sus principios de izquierdas.

¿Cómo se ha resuelto en Francia?

España es un país aconfesional, que no es lo mismo que ser un país laico. En Francia se aplicó la laicidad hasta que empezaron a aceptarse las identidades religiosas bajo la idea del multiculturalismo. Los símbolos religiosos deben estar fuera de las instituciones porque así lo dice la Constitución francesa. Al final se ha hecho, y se ha hecho mal y tarde. Y aquí también se está abordando mal y tarde.

¿Y qué sería necesario para hacerlo bien?

Hay que diferenciar lo multiculturalidad. Europa debe aceptar otras culturas y otros credos. Soy atea y no estoy en contra de que la gente crea, evidentemente a título personal y sin hacerlo visible en las instituciones, y menos las izquierdas. Se puede convivir en paz sin aceptar símbolos que están en la calle y que oprimen a una parte muy importante de la población como son las mujeres. Y estamos hablando del burka, del niqab… Hay más burkas en Salt que en Marruecos. Soy de abrir fronteras y aceptar a la gente tal y como es pero siempre teniendo en cuenta las leyes del país, y aquí no se están cumpliendo. Cuando una niña va a la escuela con velo y le dicen que no puede llevarlo ya tenemos sidral. Y se apoya para que lo lleve porque, si no, se pierde la escuela. ¿Hemos luchado toda la vida para que no hubiera crucifijos en las escuelas y ahora por qué debemos soportar que haya símbolos religiosos en la escuela? No sólo religiosos sino además misóginos. El velo significa que no puedes casarte con nadie que no sea de tu religión, no puedes salir con chicos, no puedes ponerte un bikini e ir a la piscina con las amigas… Es mucha la presión que reciben estas niñas. Viven dos vidas: una en la calle y una en la comunidad. Me escriben chicas de Cataluña explicándome barbaridades. Los extremistas me tildan de islamófoba y, lo que es peor, también me lo dice la izquierda. ¿Qué debemos hacer? ¿Callar? Mi discurso no es de derechas, sino de derechos humanos y feministas. Lo racista es no adornarnos que pasa junto a casa. Y no contamos la mitad de las cosas, muy graves, por no alimentar el discurso del odio. Estamos permitiendo que pase por un relativismo mal entendido y un racismo implícito: «Nosotros, mujeres, tenemos unas normas y los hombres otras.» Esto no es igualdad en un país democrático.

Dice que el velo es tradición del Magreb.

Claro que no. Lo explica muy bien una gran escritora, muy buena amiga mía, Najat El Hachmi. Ambas somos de la misma cultura, rifeñas. Y el velo nunca ha formado parte de nuestra tradición. Najat es más joven que yo ya Najat le pusieron el velo en Vic, no en Marruecos. Y a mí nunca me lo pusieron porque, aunque mi madre y mi familia son creyentes, el hiyab nunca había formado parte de nuestra cultura y por tanto nadie pensó que yo debía ponerme. El hiyab nos colonizó a finales de los años ochenta en la ola de inmigración que hubo del Magreb en Europa. En Europa ya se habían establecido las mezquitas que previamente habían pagado los Hermanos Musulmanes y los wahabitas, donde se adoctrinaba a los que llegaban; convenía que en Europa el islam fuera visible. ¿Y cómo se podía hacer visible el islam en Europa de forma rápida y barata –siempre digo que es barata porque en un mercado un hiyab vale 2 euros–? A través de las mujeres, en la calle. Cuando ves a un chico por la calle no sabes si es musulmán o no. Ni te lo planteas. Si ves a una chica con hiyab sabes que es musulmana. Siempre digo que lo disfrazan de identidad. Es decir: los hombres musulmanes carecen de identidad y en cambio las mujeres sí.

¿La identidad musulmana masculina es ver chicos jóvenes con caftanes?

El islam no es monolítico. En el Magreb se cruzan unas cosas y en Arabia Saudí otras, etcétera. Por ejemplo, en el Magreb se comen caracoles con normalidad y, en cambio, en Turquía y en los países árabes es haram, prohibido, pecado. A través de esta corriente que viene de Egipto, Hermanos Musulmanes, y la presión de Arabia Saudita, el islam se ha estandarizado, uniformizado con el islam extremista, el de la sharia. Es lo que se está vendiendo a los jóvenes musulmanes en Europa como el verdadero islam. Y el islam es proselitista. Existen plataformas antiislamofobia en las que, si lo investigas, te encontrarás becas de estudios en Turquía o en Bruselas para jóvenes musulmanes pero que cumplan las normas del islam. ¿Y cuáles son ahora? Una de ellas es que las chicas traigan velo. Y esto está ocurriendo en el Estado. Lo que ocurre es que nadie está investigando qué o quién está detrás de todas estas plataformas, ONG subvencionadas, en muchos casos, por las instituciones. Se está ayudando al islam extremista. Estoy hablando siempre de islamismo, de ideología religiosa, que es lo que se está instalando en Europa y se está validando por parte de la izquierda, y eso es lo terrible. Se nos está diciendo que el islam es éste, lo que dice que las mujeres deben ir tapadas. Y en el Corán no se dice esto. Esto lo dicen los extremistas, los haditos, los imanes de las mezquitas, pero no es verdad.

¿Qué piensa del feminismo islámico?

El feminismo islámico no existe porque es imposible que exista. El feminismo islámico es un caramelo envenenado que te da el extremismo porque sabe que las mujeres musulmanas quieren estudiar y quieren llevar una vida más o menos normal, y no puede estirar tanto la cuerda. No puede justificarse el feminismo a través de la religión. ¿Te parecería normal un feminismo cristiano? Por definición, el feminismo es laico, internacionalista e interracial, porque es para todas las mujeres del mundo.

¿No se puede ser creyente y feminista?

A título personal puedes creer en los unicornios si quieres. Pero el feminismo no puede validarlo. Es como la izquierda. Un político, a título personal, puede ir a Montserrat a rezar a la Virgen. Ahora, que sea la cúpula de un partido, y de izquierdas, quien lo haga me choca mucho. Y le choca a cualquiera que sea de izquierdas. Tú puedes ser creyente y feminista, lo que ocurre es que el feminismo no debe ser creyente.

A Lluís Llach se le ha acusado de islamófobo en las redes.

A propósito de esto… Mohamed Said Badaoui, de Reus. Lleva 34 años aquí y ahora ha recibido una orden de expulsión del gobierno. Es salafista, su hija de 14 años va velada, y con el velo negro además. ¿Nadie se pregunta por qué un señor que lleva más de 30 años en Catalunya sólo hace dos que ha pedido la nacionalidad justo cuando deja el trabajo en la mezquita de Reus y funda una asociación para defender los derechos de la comunidad musulmana? ¿Nadie lo sospecha? ¿Nadie ve algo extraño? Y es de los primeros en atacar a Lluís Llach en las redes cuando compartió la foto que era de una campaña publicitaria pero donde hay una desigualdad terrible. Yo respondí con una foto igual pero real y de playas españolas: una mujer tapada en la playa y un hombre con traje de baño. Y todo el pleno del Ayuntamiento de Reus apoya este señor. No acuso a nadie, sólo pido prudencia. No puede que la izquierda apoye esto, que la hija, una menor, vaya velada. Estamos en España y la desigualdad no se puede consentir. Ni en nombre de religiones ni de ideologías ni de nada.

Hay un boom de influenciadores de la moda hijabi en Instagram.

Es proselitismo para convencer a las chicas y para que el islam sea visible en los espacios públicos. Miss Raisa, la rapera, fue una defensora del hiyab; ha hecho apología cantando que el hiyab lo liberaba, cuando es un autoengaño. ¿Qué ha pasado cuando se le ha quitado? Amenazas de muerte. Amenazas de muerte han recibido muchas chicas que se han quitado el velo. También fui muy crítica con Nora Baños, que fue candidata a las europeas por Podemos con hiyab negro. Cuando tienen 18 o 19 años, muchas chicas se casan. Con carrera y empoderadas, pero ya casadas con primos de Marruecos. «Puedes ir a la universidad, pero te acabas casando y con quien decimos nosotros.»

{entrevista} Mimunt Hamida Yahia: “El vel és l’opressió del patriarcat islamista”

El llibre neix arran d’un blog a internet. Expliqui com es gesta ‘No nos taparán’.

Està pensat per a les dones nascudes en contextos islàmics, i ho dic així perquè no vull dir musulmanes. Moltes d’aquestes dones no són creients, i m’hi incloc. Per tant, no podem qualificar-nos de musulmanes encara que ho hàgim estat gairebé tota la vida. És un problema que hi ha sobretot a Catalunya, on els compten com a musulmans però ningú els ha preguntat si creuen o no i els posen al sac.

Troba a les xarxes socials un altaveu.

Sí, perquè a les dones que com jo hem nascut en el si de famílies musulmanes i se’ns tracta com a musulmanes, ens és molt difícil expressar-nos, parlar en públic…, perquè primer se’ns exclou de la nostra comunitat musulmana, que t’expulsa en el moment que no segueixes les normes, i perquè en segon lloc hi ha el feminisme institucional, que també te n’expulsa perquè ja no formes part d’aquell grup. Es defensa una minoria que professa una determinada religió; no es defensa minories, en aquest cas dones, que han deixat aquella religió i estan oprimides per haver deixat aquella religió.

Les dones que no encaixen en els paràmetres de “feminisme institucional”?

Exacte. T’ho explico d’una manera molt gràfica. El cas de Catalunya, que és la realitat que més conec i penso que és la més afectada de tot l’Estat espanyol perquè és la que té més immigració, més persones vingudes de contextos islàmics. Esquerra Republicana té al Parlament una diputada musulmana, Najat Driouech, que porta vel. Si no portés vel no se la reconeixeria com a musulmana. Això és fer el joc a l’islamisme que diu que totes les dones musulmanes hem d’anar velades. I és bastant perillós. Especialment per a les dones musulmanes que no porten vel, perquè se les classifica entre pures i impures en un país on, a més, se suposa que s’està educant en igualtat de drets. És un problema greu a Catalunya perquè és on més dones musulmanes o de contextos musulmans hi ha i perquè no es lliuren d’aquesta opressió, d’aquest patriarcat islamista. No parlo de l’islam com a religió, sinó com a ideologia. És una forma d’exclusió i de racisme.

És clar. Vull deixar molt clar que soc una persona d’esquerres. Perquè sempre ho he de justificar en el sentit que aquest discurs l’aprofita la dreta xenòfoba. Soc una persona amb principis d’esquerres i em costa molt entendre aquesta nova esquerra que inclou símbols misògins com el vel. No és una simple peça de roba, que és el que he sentit dir a Najat Driouech. Si ho fos se’l podria treure, i no pot fer-ho davant d’homes que no siguin de la seva família. Per això mai volen un debat amb dones de contextos musulmans que no siguin musulmanes de religió o que siguin laiques, perquè el discurs es desmunta molt ràpid. Jo era adolescent durant el franquisme quan en aquest país tothom havia de ser catòlic i es validaven les identitats religioses, és a dir el catolicisme. I ara em trobo partits d’esquerra que estan validant identitats religioses com la musulmana.

Un dels valors del republicanisme és la laïcitat. S’ha perdut?

Ja no apareix en cap programa electoral i si ho fa és posat amb calçador. Ningú parla de derogar els concordats amb la Santa Seu ni els concordats amb la Comissió Islàmica, signats el 1992, amb la Jueva i l’Evangelista. Si l’esquerra no treballa per derogar aquests concordats, doncs està devaluant els seus valors, els seus principis d’esquerres.

Com s’ha resolt a França?

L’Estat espanyol és un país aconfessional, que no és el mateix que ser un país laic. A França es va aplicar la laïcitat fins que es van començar a acceptar les identitats religioses sota la idea del multiculturalisme. Els símbols religiosos han d’estar fora de les institucions perquè així ho diu la Constitució francesa. Al final s’ha fet, i s’ha fet malament i tard. I aquí també s’està abordant malament i tard.

I què caldria per fer-ho bé?

S’ha de diferenciar el que és multiculturalitat. Europa ha d’acceptar altres cultures i altres credos. Soc atea i no estic en contra que la gent cregui, evidentment a títol personal i sense fer-ho visible a les institucions, i encara menys les esquerres. Es pot conviure en pau sense acceptar símbols que són al carrer i que oprimeixen una part molt important de la població com són les dones. I estem parlant del burca, del nicab… Hi ha més burques a Salt que al Marroc. Soc d’obrir fronteres i acceptar la gent tal com és però sempre tenint en compte les lleis del país, i aquí no s’estan complint. Quan una nena va a l’escola amb vel i li diuen que no el pot portar ja tenim sidral. I es dona suport perquè el porti perquè, si no, es perd l’escola. Hem lluitat tota la vida perquè no hi hagués crucifixos a les escoles i ara per què hem de suportar que hi hagi símbols religiosos a l’escola? No només religiosos sinó a més a més misògins. El vel significa que no et pots casar amb ningú que no sigui de la teva religió, no pots sortir amb nois, no pots posar-te un biquini i anar a la piscina amb les amigues… És molta la pressió que reben aquestes nenes. Viuen dues vides: una al carrer i una dins la comunitat. M’escriuen noies de Catalunya explicant-me barbaritats. Els extremistes em titllen d’islamòfoba i, encara pitjor, també m’ho diu l’esquerra. Què hem de fer? Callar? El meu discurs no és de dretes, sinó de drets humans i feminista. El que és racista és no adornar-nos que passa al costat de casa. I no expliquem la meitat de les coses, molt greus, per no alimentar el discurs de l’odi. Estem permetent que passi per un relativisme mal entès i un racisme implícit: “Nosaltres, dones, tenim unes normes i els homes unes altres.” Això no és igualtat en un país democràtic.

Diu que el vel és tradició del Magreb.

És clar que no. Ho explica molt bé una gran escriptora, molt bona amiga meva, la Najat El Hachmi. Les dues som de la mateixa cultura, rifenyes. I el vel mai ha format part de la nostra tradició. Najat és més jove que jo i a Najat li van posar el vel a Vic, no al Marroc. I a mi no me’l van posar mai perquè, encara que ma mare i la meva família són creients, el hijab mai havia format part de la nostra cultura i per tant ningú va pensar que jo me l’havia de posar. El hijab ens va colonitzar a finals dels anys vuitanta a l’onada d’immigració que hi va haver del Magreb a Europa. A Europa ja s’havien establert les mesquites que prèviament havien pagat els Germans Musulmans i els wahhabites, on s’adoctrinava els que arribaven; convenia que a Europa l’islam fos visible. I com es podia fer visible l’islam a Europa d’una manera ràpida i barata –sempre dic que és barata perquè en un mercat un hijab val 2 euros–? A través de les dones, al carrer. Quan veus un noi pel carrer no saps si és musulmà o no. Ni t’ho planteges. Si veus una noia amb hijab saps que és musulmana. Sempre dic que ho disfressen d’identitat. És a dir: els homes musulmans no tenen identitat i en canvi les dones sí.

La identitat musulmana masculina és veure nois joves amb caftans?

L’islam no és monolític. Al Magreb es creuen unes coses i a l’Aràbia Saudita unes altres, etcètera. Per exemple, al Magreb es mengen caragols amb normalitat i, en canvi, a Turquia i als països àrabs és haram, prohibit, pecat. A través d’aquest corrent que ve d’Egipte, Germans Musulmans, i la pressió de l’Aràbia Saudita, l’islam s’ha estandarditzat, uniformitzat amb l’islam extremista, el de la xaria. És el que s’està venent als joves musulmans a Europa com l’islam veritable. I l’islam és proselitista. Hi ha plataformes antiislamofòbia en què, si ho investigues, et trobaràs beques d’estudis a Turquia o a Brussel·les per a joves musulmans però que compleixin les normes de l’islam. I quines són ara? Una d’elles és que les noies portin vel. I això està passant a l’Estat. El que passa és que ningú està investigant què o qui hi ha al darrere de totes aquestes plataformes, ONG subvencionades, en molts casos, per les institucions. S’està ajudant l’islam extremista. Estic parlant sempre d’islamisme, d’ideologia religiosa, que és el que s’està instal·lant a Europa i s’està validant per part de l’esquerra, i és això el que és terrible. Se’ns està dient que l’islam és aquest, el que diu que les dones han d’anar tapades. I a l’Alcorà no es diu això. Això ho diuen els extremistes, els hadits, els imams de les mesquites, però no és veritat.

Què pensa del feminisme islàmic?

El feminisme islàmic no existeix perquè és impossible que existeixi. El feminisme islàmic és un caramel enverinat que et dona l’extremisme perquè sap que les dones musulmanes volen estudiar i volen dur una vida més o menys normal, i no pot estirar tant la corda. No es pot justificar el feminisme a través de la religió. Et semblaria normal un feminisme cristià? Per definició el feminisme és laic, internacionalista i interracial, perquè és per a totes les dones del món.

No es pot ser creient i feminista?

A títol personal pots creure en els unicorns si vols. Però el feminisme no pot validar-ho. És com l’esquerra. Un polític, a títol personal, pot anar a Montserrat a pregar a la Verge. Ara, que sigui la cúpula d’un partit, i d’esquerres, qui ho faci em xoca molt. I li xoca a qualsevol que sigui d’esquerres. Tu pots ser creient i feminista, el que passa és que el feminisme no ha de ser creient.

A Lluís Llach se l’ha acusat d’islamòfob a les xarxes.

A propòsit d’això… Mohamed Said Badaoui, de Reus. Fa 34 anys que viu aquí i ara ha rebut una ordre d’expulsió del govern. És salafista, la seva filla de 14 anys va velada, i amb el vel negre a més. Ningú es pregunta per què un senyor que porta més de 30 anys a Catalunya només en fa dos que ha demanat la nacionalitat just quan deixa la feina a la mesquita de Reus i funda una associació per defensar els drets de la comunitat musulmana? Ningú ho sospita? Ningú hi veu res estrany? I és dels primers a atacar Lluís Llach a les xarxes quan va compartir la foto que era d’una campanya publicitària però on hi ha una desigualtat terrible. Jo vaig respondre amb una foto igual però real i de platges espanyoles: una dona tapada a la platja i un home amb banyador. I tot el ple de l’Ajuntament de Reus dona suport a aquest senyor. No acuso ningú, només demano prudència. No pot ser que l’esquerra doni suport a això, que la filla, una menor, vagi velada. Estem a l’Estat espanyol i la desigualtat no es pot consentir. Ni en nom de religions ni d’ideologies ni de res.

Hi ha un ‘boom’ d’influenciadors de la moda ‘hijabi’ a Instagram.

És proselitisme per convèncer les noies i perquè l’islam sigui visible en els espais públics. Miss Raisa, la rapera, va ser una defensora del hijab; n’ha fet apologia cantant que el hijab l’alliberava, quan és un autoengany. Què ha passat quan se l’ha tret? Amenaces de mort. D’amenaces de mort n’han rebut moltes noies que s’han tret el vel. També vaig ser molt crítica amb Nora Baños, que va ser candidata a les europees per Podemos amb hijab negre. Quan tenen 18 o 19 anys, moltes noies es casen. Amb carrera i empoderades, però ja casades amb cosins del Marroc. “Pots anar a la universitat, però t’acabes casant i amb qui diem nosaltres.”

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