Laico viene del griego "laikós", que quiere decir algo así como "alguien del pueblo", en oposición a quien pertenece a grupos que profesan alguna religión, especialmente la cristiana en sus diferentes ramificaciones (católicos, protestantes, etc.). Así, llamamos laico a lo que está separado de la religión y las iglesias.
Hay confianza en que la propuesta de reforma al texto constitucional no pase. Pero eso no significa que ahí muera el tema, pues los sexenios panistas que padecemos son persistentes en su fe, y especialmente en buscar imponerla en la Constitución, por ende, en la vida política de la República, a como dé lugar en la primera oportunidad y modalidad que se les presentan.