La crítica del libro a López Obrador es notablemente severa.
Roberto Blancarte y Bernardo Barranco son probablemente los sociólogos de la religión más conocidos y reconocidos en nuestro país. Acaban de publicar el libro AMLO y la religión. El Estado laico bajo amenaza (Grijalbo, México, 2019). Consta de dos partes, una de cada autor. Me ocupo ahora de la introducción general y de la primera parte “Laicidad en tiempos de populismo”, escrita por Blancarte.
La crítica del libro a López Obrador es notablemente severa. Está planteada desde el subtítulo del libro: como candidato y como presidente, AMLO ha sido y es una amenaza al Estado laico en México. Ha hecho que la religión regrese a la vida pública del país. Un “contrasentido” respecto a nuestra vida pública desde hace 160 años, escriben.
Este regreso es una mezcla de las convicciones personales del presidente y de su cálculo político. Sin duda López Obrador tiene convicciones religiosas. Pero también hay pragmatismo en su actitud: ha intentado atraer el voto religioso, particularmente de algunas iglesias evangélicas, con las que se ha aliado políticamente.
Blancarte sitúa esta actitud dentro del espectro populista surgido en varios países. Trump, Johnson, Bolsonaro y Salvini comparten características con López Obrador. Moralizan la política, oponiendo el pueblo bueno a la maldad de los enemigos del pueblo. Y con eso ponen en riesgo al Estado laico.
¿En qué sentido éste está amenazado? Al menos en dos, según se plantea en el libro. Primero, porque el presidente tiende a verse a sí mismo y a ser visto por algunos como alguien designado, desde una perspectiva religiosa, para salvar al país. Segundo, porque distintas iglesias pueden ser vinculadas al Estado para recibir privilegios y favores oficiales y para participar en la definición de políticas públicas.
Sobre lo primero llaman la atención diversos actos públicos en los que López Obrador ha recibido bendiciones que lo designan como “la persona elegida por Dios para salvar a la nación” que “le ayudan a tener la certidumbre de que está protegido por el Creador para esta gran tarea”. En esa misma línea fue la ceremonia llamada Xochitlalli, en su primer acto público como presidente, el 1 de diciembre de 2018. Situaciones sin precedentes en los últimos 160 años de la historia del país.
Parte de este intento de sacralización de la política se dio en el afán de promulgar una Constitución Moral. Blancarte abunda en la crítica de ese intento, un despropósito desde distintos puntos de vista.
Esta primera parte del libro es una crítica severa, pero bien documentada, que concluye diciendo “López Obrador ha violado de manera sistemática todos los artículos constitucionales y leyes secundarias en materia de laicidad de la República y el Estado mexicanos”.
La situación es sin duda preocupante. Pero el gobierno federal actual ha dado muestras de que, en algunos aspectos, es capaz de corregir sus errores. Esperemos que sea el caso en las amenazas al Estado laico. No sea que la Cuarta Transformación acabe con los logros de la Segunda Transformación, con el legado del laicismo juarista, respetado hasta ahora.
Víctor Reynoso
