Según informó el oficialista diario Clarín, Macri sufría de dolores de cabeza en su escritorio y decidió «limpiar» su espacio de trabajo en Casa Rosada.
«Las fuentes se negaron a revelar qué tipo de procedimientos se realizaron para la “limpieza”, pero contaron que “fueron distintas técnicas”, algunas que tienen que ver con la religión y otras no. Lo que también modificaron fue la aromatización de la oficina. Ya no huele a vainilla y limón», informa el periodista Santiago Fioriti.
Según Clarín, Macri habría consultado a su «maestra» con la que también medita y habría realizado también «una limpieza» en Olivos. Además cambió cuadros de próceres por obras contemporáneas.
Según fuentes anónimas de Casa Rosada «el lugar parecía un museo» y Macri buscó darle un aspecto «más moderno». Clarín señala: «Creer o reventar: desde la “limpieza energética” el Presidente no volvió a tener dolores de cabeza».