“La ignorancia en caso de acciones u omisiones incorrectas no evita la responsabilidad. La culpa está presente y debe asumirse”. Dando un paso adelante, el cardenal Marx admitió no haber actuado como debería en la gestión de un caso de abusos siendo obispo de Tréveris, lo que le ha llevado a renunciar a la Gran Cruz Federal del Mérito, y a cuestionarse: “¿Podría haber evitado más actos? La pregunta me persigue”.
Tal y como informa Katholisch.de, el purpurado subrayó que, “desde el punto de vista actual, debería haber dispuesto que nosotros, como diócesis, solicitásemos los archivos de la fiscalía y lleváramos a cabo las acusaciones en nuestra propia investigación preliminar canónica”. Aunque ni el prelado ni su vicario general (el hoy arzobispo Batzing) estaban obligados, con las normas del momento, a ir más allá, Marx entiende que eso no sirve de excusa.
Según un informe en el suplemento de Zeit “Christ & Welt” (C&W), el cardenal Reinhard Marx cometió infracciones del deber al tratar el caso del pastor M., quien fue acusado repetidamente de abuso sexual de menores. En 2006, Marx recibió “fuertes indicios” de que M. era un abusador, pero no actuó. Se citan como prueba extensos documentos internos que estaban disponibles para el periódico.
En 2016 la diócesis confirmó que la información sobre el fin del proceso contra M. tras su confesión no dio lugar a más trámites. Tras Marx, tanto el actual obispo, Ackermann, como el propio Georg Bätzing, estuvieron involucrados. “Debimos haber intervenido antes”, admitió el presidente de los obispos alemanes. Y es que, según el informe, el obispo y el vicario general no cumplieron con su deber de informar, informar e informar, así como prevenirlos.
Renuncia a la Gran Cruz
“Me tomo muy en serio las críticas que ahora expresan las personas afectadas por abusos sexuales en el ámbito de la iglesia, independientemente de la veracidad de las declaraciones individuales en cartas abiertas y en los medios”, escribió Marx, al renunciar al máximo galardón que da el gobierno federal de Alemania. Hay que recordar que el cardenal ha abierto una fundación, con unos fondos de medio millón de euros de su propio patrimonio, para velar por el cuidado de las víctimas de abusos. Algo que, no obstante, no le exime de su responsabilidad pasada.
