La presidenta del Colegio de Enfermeras aprueba que la Iglesia pida a sus fieles la moralización de actos pero no puede imponerlo a todos
Las marchas organizadas por fieles católicos en varios municipios de Veracruz son una expresión clara del fanatismo religioso. Es una regresión en la historia, cuando la Iglesia imponía su verdad al resto de la sociedad en todas las esferas de la vida, cuando hoy es la verdad científica la que debe imperar en una sociedad racional, expresó la presidenta del Colegio de Enfermeras del estado de Veracruz, Norma Alicia Riego Azuara.
“El tema de los derechos sexuales y reproductivos, así como diversidad sexual, estamos frente a una problemática social real, que afecta a la sociedad y los gobiernos tienen como obligación tomar como referencia el análisis y posturas de tipo científico-jurídico, pero de forma laica, sin caer en posturas religiosas”, comentó.
La reconocida académica e investigadora de la Universidad Veracruzana en este Puerto, dijo que se siente preocupada porque las religiones llevan a las personas a tomar acciones extremas solo por emotividad y fe ciega, “la iglesia se convierte en un guía moral, esto se da en varias épocas de la historia”, dijo.
“Me parece correcto que la Iglesia le pida a sus fieles la moralización de sus actos, eso está bien, pero en ninguna sociedad moderna, laica, con la libertad religiosa y de culto como la nuestra pueden fincar su verdad como absoluta, eso hacen con estos movimientos, porque incluso al final de estos los obligan a firmar”, aseguró.
Comentó que está perfecto que se impulse una sociedad responsable de su sexualidad, por ese lado puede ser bueno, ahí la Iglesia puede hacer bien en promover este tipo de cultura dentro de sus seguidores. Lo que está mal es que tomen banderas que en un momento dado estén enfrentando a la sociedad en aras de poner su forma de ver el mundo, al resto de la sociedad.
“Hacen mal los líderes de la Iglesia al apuntalar a ciertos sectores para estos movimientos que no hacen más que lo realizado igual por los partidos políticos. Soy rojo, soy morado, soy azul y por eso repruebo al otro porque piensa diferente y hace diferente o es de otro color”, aseguró.
“En estas marchas los que participan tampoco tienen una conciencia clara ni de la problemática, ni de las normas jurídicas, ni de la información científica, ni de derechos humanos, ni de derechos reproductivos y sexuales, porque si tuviéramos una sociedad mejor informada, entonces tendríamos una sociedad un poco más equilibrada”, aseguró.
“Si ellos quieren imponer no tomar esta pastilla para la no Concepción eso lo pueden hacer ellos, pero obligar a que todo mundo no lo haga, eso es imposible” agregó.
