Pocos centenares de ateos, laicos y críticos contra el ‘tarifazo’ se congregaron ayer en el centro
Mientras los manifestantes del Yo No Pago protestaban contra el tarifazo en Sol, unos doscientos laicos y ateos se congregaban en el barrio de Lavapiés para celebrar la procesión atea del jueves santo, desautorizada la pasada Semana Santa por la Delegación del Gobierno. Poco antes de la marcha, cuyo lema es No más privilegios. De mis impuestos, la Iglesia cero. Por la libertad de expresión y manifestación, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, advirtió a los convocantes de que si durante la manifestación se realizaban actos que supusieran “una ofensa a la religión católica”, dejaría de tener una finalidad lícita y se procedería “a su disolución”.
Los jóvenes del Centro Social Okupado Casablanca sacaron una tetera gigante en procesión para parodiar los pasos típicos de Semana Santa. Durante el recorrido, una señora intentó incluso cantar una saeta. Los manifestantes portaban pancartas en las que defendían la libertad de expresión como respuesta a la anterior prohibición de la marcha. A diferencia de la marcha contra el tarifazo, esta segunda manifestación no ha estado escoltada por la policía. “Delegación del Gobierno lo presentó como una marcha atea o laica, pero esa no era nuestra intención. Queríamos manifestarnos contra los privilegios de la Iglesia” explicaron en el manifiesto leído al final del acto, en la plaza de Lavapiés, donde sí había desplegado un fuerte dispositivo policial.
La intención de estas organizaciones era hacerla simultáneamente con las procesiones católicas de Semana Santa el 5 de abril pero Delegación del Gobierno en Madrid rechazó la autorización por su "evidente voluntad de provocación" a los católicos. Argumentó que se trataba de una fecha "de especial significación para los católicos" y que podría alterar el orden público. Dos de los convocantes, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y la asociación vecinal La Playa de Lavapiés-también convocan los grupos anarquistas Volia, Albatros y la Tetera de Russeff- recurrieron la decisión al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que dio la razón a Cristina Cifuentes. Aunque habían amenazado con celebrarla igualmente, las asociaciones decidieron desconvocarla.