El sospechoso del asesinato de un fiel musulmán el viernes en una mezquita de La Grand-Combe se ha entregado a la Policía en Italia, tras huir durante todo el fin de semana. Lo buscaban 50 agentes y una veintena de gendarmes.
Cientos de personas se reunieron el domingo en una manifestación contra la islamofobia en la plaza de la República de París para rendir homenaje al hombre brutalmente asesinado el pasado viernes mientras rezaba en una mezquita del sur de Francia.
«Tenemos un sistema, tenemos un Estado que tiene miedo, y es a ese miedo al que nos enfrentamos», declaró la activista Assa Traoré. Los manifestantes llevaban pancartas en las que se leía «La islamofobia mata, el Estado es cómplice» y «Justicia para Aboubakar», el joven fiel asesinado el viernes.
El sospechoso se ha entregado a la Policía en su huida a Italia
El sospechoso del asesinato se entregó a la Policía en Italia el domingo por la noche hacia las 23:00. La búsqueda continuó durante todo el fin de semana para encontrar al hombre sospechoso del asesinato de un fiel musulmán el viernes en una mezquita de La Grand-Combe. El sospechoso, francés de 21 años, nacido en Lyon, no estaba fichado, ni tenía antecedentes penales.
La marcha solidaria reunió a organizaciones no gubernamentales, representantes políticos y líderes religiosos que denunciaron lo que calificaron de ambiente islamófobo en Francia.
«No se ha descartado la posibilidad de un acto antimusulmán«. «Hemos puesto todos los medios posibles e imaginables para asegurarnos de capturar al sospechoso con la mayor rapidez», declaró el domingo el ministro del Interior, Bruno Retailleau, durante una visita a Alès, asegurando que «no se ha descartado en absoluto la posibilidad de un acto antimusulmán, todo lo contrario».
Insultos al Islam y grabación del asesinato
En un video publicado después del incidente, el sospechoso se felicitó por sus acciones e insultó la religión de su víctima: «Lo hice yo, (…) tu maldito Alá», repitió dos veces. En estas imágenes, el atacante también expresó su deseo de matar al menos a dos víctimas más para convertirse en un asesino en serie.
En Grand-Combe, una marcha silenciosa en memoria de la víctima, Aboubakar Cissé, un joven maliense de unos veinte años, reunió a más de mil personas el domingo por la tarde, en esta pequeña ciudad de menos de 5.000 habitantes al norte de Alès.
Contra el discurso de odio
El director general de la ONG SOS Racisme, Valentin Stel, expresó su preocupación por una tendencia creciente que ha observado en los últimos años: «Llevamos años siendo testigos del discurso del odio», dijo. «Discursos de odiocontra la comunidad musulmana en Francia, diciendo que no son plenamente franceses o que su lealtad es cuestionable».
El viernes, un joven identificado como Aboubakar, fue apuñalado mortalmente por otro hombre cuando acababa de terminar de limpiar la mezquita de la antigua ciudad minera de La Grand-Combe.
El agresor, un hombre nacido en Francia en 2004 que vivía en la zona y que, al parecer, nunca antes había estado en la mezquita, grabó la escena con su teléfono. Las imágenes de las cámaras de seguridad también le mostraron gritando insultos a Alá, según los medios locales. Ambos hombres estaban solos en la mezquita.
Reacción de los dirigentes franceses
Los dirigentes franceses condenaron el ataque, que el primer ministro François Bayrou calificó de islamófobo. «Nos solidarizamos con la familia de la víctima y con los fieles conmocionados», declaró.
Mientras, el presidente Emmanuel Macron hizo hincapié en que «el racismo y el odio basado en la religión nunca tendrán un lugar en Francia.» «La libertad religiosa es inviolable», añadió.
El ministro de Justicia, Gerald Darmanin, calificó el apuñalamiento de «asesinato despreciable» que «hiere el corazón de todos los creyentes, de todos los musulmanes en Francia.»
La Gran Mezquita de París ha hecho un llamamiento a las autoridades para que investiguen los motivos del atentado, y ha pedido a las autoridades judiciales que especifiquen si el ataque puede calificarse de «acto terrorista». También han pedido que se tome nota de su «magnitud y gravedad… por la seguridad de todos».