No pintan buenos tiempos para aquellos principios que inspiraron la carta fundamental de los derechos humanos.
Libertad, igualdad y fraternidad, son ideales que esperan vírgenes un mundo que aspiramos a construir.
Hace escasos días ha sido dictada sentencia en contra de la demanda que, de forma compartida con un concejal de IU, y una concejala del PSOE, sobre la retirada crucifijo del “Salón de Plenos” del Ayuntamiento de Cáceres, presentamos.
Visto el avance fundamentalista que, por oriente y occidente, nos rodea, no nos sorprende esta sentencia, como no nos sorprende que se retroceda en la LOMCE tanto en la presencia de la religión en “la escuela”, como en la censura religiosa a todos los contenidos sobre valores que no coinciden con los católicos -en este caso- o la eliminación de la “Educación para la Ciudadanía”.
Desde la perplejidad de ver como en pleno proceso demoledor de los escasos logros sociales de que disfrutábamos, la iglesia católica es la única estructura que permanece intocable, y a la que los recortes no le rozan, por más que pedimos la no financiación religiosa, y por más que gritamos “que la Iglesia pague el IBI”, hemos de admitir que nos encajan las piezas.
Y se han cargado la negociación colectiva, han abaratado el despido a la mitad, se han inventado contratos semiesclavistas, nos han precarizado el empleo, han puesto en el paro a seis millones de personas, nos han recortado los sueldos, nos han quitado las pagas extras, están privatizando la sanidad, haciendo retrocedes 30 años el sistema de enseñanza, nos han empeñado hasta las cejas para reflotar la banca con dinero público, y nos están haciendo retroceder vertiginosamente en los derechos de las personas, con la connivencia de la estructura de la IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA Y ROMANA, cuya sede en el Vaticano se ha convertido en el más opaco paraíso fiscal, hasta el punto de haberle bloqueado -la comunidad internacional- el uso de tarjetas de crédito… hoy en el periódico el tema del día es el posible reparto de sobres entre los principales responsables políticos de este país, concretamente miembros del PP… ¿Cómo nos va a sorprender que la sentencia nos niegue el derecho que reclamamos y nos condene además al pago de las costas?.
Desgraciadamente la nueva Ley de tasas recién estrenada nos impide , por imposibilidad económica, recurrir la sentencia… sin perder nunca la esperanza de topar con una o un juez que al margen de posicionamientos próximos al fundamentalismo religioso no de la razón.
HOY ES UN DÍA NEGRO PARA EL LAICISMO EN UN TIEMPO NEGRO PARA LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS.
Nosotras y nosotros, por un mundo mejor, nos negamos a dar ni un paso atrás.
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