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Malestar en la Iglesia por la ausencia del Rey en el acto de Rouco

“¿Por qué carajo Juan Carlos I, el ausente, ni va ni manda a su hijo, el Heredero Felipe?”. Con estas palabras denuncia José Antonio Méndez, columnista de Libertad Digital, la osadía del Rey al no acudir a la Consagración del Corazón de Jesús que ha oficiado hoy Rouco Varela en Getafe. Según fuentes eclesiales citadas por la sección religiosa del diario de Losantos, “existe un malestar contenido por el nulo interés mostrado por la Casa Real hacia este acontecimiento”.

Y es que, hace 90 años, fue Alfonso XIII quien leyó el acto de consagración y Juan Carlos I no ha querido asistir esta vez. Y de ahí el escándalo: “¿Quién cree que defendió la Corona cuando hubo que defenderla, sino aquellos que aman la tradición y la fe de España?”, asegura Méndez y avisa: “Más aún, ¿quién cree que la defenderá para su hijo, o para su nieta?”.

¡Leandro de Borbón!
La Iglesia está revuelta con la ausencia del Rey Juan Carlos a la consagración oficiada hoy por Rouco Varela, y que recordaba el 90º aniversario de cuando lo hiciera el abuelo del monarca. Hace tres días ya se había dado la voz de alarma en Religión en Libertad: sólo iba a ir “el hijo bastardo de Alfonso XIII”, Leandro de Borbón, hijo de “la cupletista Carmen Ruiz Moragas” y al que le sigue de cerca en la línea de sucesión “el televisivo conde Lequio”.

Alguna de sus hermanas
José Antonio Méndez, columnista del medio, lo cuenta con un malestar menos “contenido” que el que dicen tener los obispos. Así, cuenta que la Casa Real había asegurado que el Rey no iría “pero que ya mandaría a alguna de sus hermanas, que a estas cosas siempre van encantadas”.

El paripé
Según Méndez, el obispo de Getafe vino a contestar, “con gran acierto”, algo así a la Zarzuela: “O iba el que tenía que ir, o no iba nadie, que para ver un paripé que sonase a cachondeo, invitaban a Buenafuente”.

Tonterías y cabriolas
Tan poco faltan avisos para el monarca: “Ándese, Majestad, con tonterías, con giros y con cabriolas. Ponga de fondo el Belén en el mensaje de Nochebuena, y siga ausente en actos como este. Dentro de unos años, tal vez tenga que pedir perdón a sus descendientes por no haberle echado los redaños que le echó su abuelo. Por no haber respetado la tradición en la que se sostiene su corona”.

¡Los masones!
Para poner la guinda al sabor histórico de la noticia, Religión en Libertad añade una noticia al paquete: “La masonería amenazó a Alfonso XIII tras consagrar a España al Sagrado Corazón”. Según el medio, el monarca consagró España al Sagrado Corazón después de que una “delegación de la francmasonería internacional” le propusiera unirse a ellos e introducir “varias leyes anticatólicas en nuestro país” a cambio de no perder la corona.

Tres reformas, tres
“El enemigo de nuestra fe”, según les tildaba el monarca, ofreció a Alfonso XIII tres reformas a las que respondió con “Esto ¡jamás! No lo puedo hacer como creyente”. A saber: 1º, que España fuera un estado laico; 2º, que se aprobase el divorcio y 3º, que la educación pública fuera también laica. Un escándalo.

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