La Corte Federal de Malasia ha emitido un veredicto que impide a Lina Joy, una mujer de etnia malaya pero convertida al Cristianismo, renunciar legalmente al Islam.
Este veredicto se opone a lo que establece la Constitución malaya, que a pesar de reconocer al Islam como religión oficial de la federación, garantiza la plena libertad de culto. El caso de Lina Joy además ha puesto de manifiesto las contradicciones del sistema jurídico nacional, en el que coexisten de manera opuesta dos legislaciones, la islámica y la constitucional, que ha provocado el enfrentamiento entre las diversas minorías presentes en el territorio.