Comentarios del Observatorio
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española preside la eucaristía de clausura del Congreso Nacional de Vocaciones
El también arzobispo de Valladolid instó a los 3.000 participantes del encuentro a “recoger a los que están tirados en el mundo”
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, hizo un llamamiento esta mañana para “luchar contra lo políticamente correcto” desde una antropología cristiana “frente a la antropología del Estado que quiere abrirse paso entre nosotros”.
Este fue uno de los mensajes que compartió este mediodía en la eucaristía que presidió para clausurar el Congreso Nacional de Vocaciones. El macroencuentro ha congregado este fin de semana en Madrid a más de 3.000 delegados de pastoral de diócesis, congregaciones y demás realidades eclesiales. La misa estuvo concelebrada por medio centenar de obispos, entre ellos, el cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de los obispos, José Cobo.
Para los hermanos
“¿Para quién soy? Para el Señor en los hermanos”, entonó el arzobispo de Valladolid al hacer referencia al lema del encuentro. “Este pueblo tiene la forma de un cuerpo, el cuerpo de Cristo”, comentó, a la vez que subrayó que “vamos juntos en la barca que se hace barcas en las Iglesias particulares”.
Partiendo del Evangelio en la que Jesús llama a sus discípulos a ser pescadores de hombres recordó que “el timonel es el mismo Señor” para “recoger a los que están tirados en el mundo”. A partir de ahí, hizo referencia al hambre “provocado por una economía que mata, por las guerras y por nuestra indiferencia”. Ese fue el punto de partida para recordar que hoy es la jornada en la que se abre la campaña de Manos Unidas para luchar contra el hambre.
Un ancla firme
“En medio de nuestros pueblos estamos llamados a ser instrumentos de la misericordia de Dios”, comentó el presidente de los obispos que, presentó la esperanza como “un ancla que nos mantiene firmes peregrinando y navegando frente a las turbulencias”.
“A veces podemos dudar de nuestras fuerzas y de la esperanza”, admitió Argüello, que apostilló que “el ancla es saber que Jesucristo muerto y resucitado sostiene la vida de la Iglesia”.
El arzobispo de Valladolid invitó a los presentes en la eucaristía a “remar mar adentro” para entrar “en lo profundo de este misterio de la comunión que es la Iglesia” y “en la espesura de la historia”. “Si vamos mar adentro en la misión, encontraremos la comunión”, añadió.
En el marco de la acción de gracias, Raúl Tinajero, director de la Subcomisión para la Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española, resaltó la entrega del presidente del Episcopado, así como a los obispos participantes que “han sido faro y guía”, además de a cuantos han colaborado en la organización del congreso, desde los ponentes hasta los responsables de los 64 talleres. “Esto no es más que una meta volante, es un proceso que ahora sigue”, apuntó el sacerdote toledano. “Ojalá se extienda a todos los lugares de España esta tela de araña de esperanza lo que hemos vivido aquí”, remarcó.