Las denuncias de este grupo de residentes llevaron al alcalde, Carlos Calvelo, a reclamar un informe técnico sobre la legalidad de las obras. Las conclusiones del informe han dado la razón a los demandantes. “Los trabajos son de una envergadura mucho mayor a la que recogía la licencia”, explicaba ayer el regidor local, que quiso dejar claro que no se trata de una decisión política, sino técnica. “Yo me limité a firmar el informe”, sostiene.
El Ayuntamiento de Arteixo ha ordenado paralizar las obras de acondicionamiento que la comunidad musulmana Abou Baker ejecuta desde hace un par de meses en el edificio de A Baiuca donde pretende instalar una mezquita. Se trata de la primera orden de paralización que dicta el Gobierno local y ha estado precedida de las denuncias de varios vecinos, los mismos que emprendieron una campaña de recogida de firmas el pasado mes de febrero para evitar que el colectivo musulmán trasladase a su calle la mezquita.
El colectivo musulmán deberá ahora presentar un nuevo proyecto para legalizar las obras. Como medida cautelar, el Concello ya ha dado orden de cortar el suministro para cerciorarse de que acatan el mandato. El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, se mostraba ayer cauto sobre la posible legalización de los trabajos. “Lo complicado va a ser autorizar el uso”, sostenía ayer y argumentaba: “Ahora mismo tiene un uso de garaje o almacén, pero las obras van a cambiar el uso y no sé si el edificio se adapta. Es un tema complicado”. Es la segunda vez que el Concello precinta un centro de la comunidad árabe. El anterior Gobierno local ordenó el cierre de la anterior sede de la mezquita el pasado mes de febrero tras constatar que no se adaptaba a los usos religiosos. Su decisión estuvo precedida también de numerosas denuncias de los vecinos, que llegaron a recurrir a los juzgados al ser desatendidas sus demandas. Los musulmanes oraron por última vez en su sede de O Alto de Arteixo el pasado 18 de mayo. Fue su lugar de oración durante más de 10 años.
