Ya hemos tratado algunas cuestiones relativas a los sueldos de los curas párrocos del mundo rural en los años veinte y la posición del PSOE al respecto. Pues bien, regresamos a la cuestión salarial de los miembros de la Iglesia en esa misma época, hacia 1928 a raíz de una demanda que se planteó en el diario católico El Debate, referida a que el Estado consignase en los Presupuestos del Estado un importante aumento del salario de los miembros del clero.
El Socialista, sin entrar en ese momento en lo lícito o no de la financiación pública de la Iglesia, consideraban que, en efecto, los sueldos de algunos sacerdotes eran muy bajos.
El periódico recordaba cómo se había defendido una postura no hacía mucho tiempo sobre la situación de algunos curas, seguramente aludiendo a lo que ya hemos citado.
Se estaba hablando de salarios de dos o tres pesetas diarias, pero que contrastaban con los haberes que recibían el nutrido número de jerarquías eclesiásticas que había en España: obispos, arzobispos y cardenales.
Al parecer, había obispos que recibían 50.000 pesetas de sueldo, en una posición que muy pocos altos funcionarios del Estado alcanzaban.
Por otro lado, estas jerarquías disfrutaban de palacios para residir y de otras rentas.
Así pues, los socialistas defendían una bajada de los ingresos de la jerarquía para aumentar el sueldo de los curas párrocos, los que tenían una posición más humilde dentro del clero.
En conclusión, el periódico obrero abogaba por una redistribución de la riqueza en el seno de la Iglesia. Hemos consultado el número del 14 de enero de 1928 de El Socialista (nº 5907).
Eduardo Montagut. Historiador
