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Los países religiosos son peores en ciencias y matemáticas

A propósito de las declaraciones de Alejandro Ordóñez sobre si se debe dejar la educación de los hijos en manos de un ateo, un estudio asegura que los estudiantes de países creyentes obtienen peores resultados.

La polémica sobre cómo se deben inculcar valores en los colegios no es nueva, aunque en las últimas semana se haya recrudecido tras las afirmaciones del exprocurador Alejandro Ordóñez quien acusó al ministro de Salud Alejandro Gaviria de “ser un promotor de la cultura de la muerte” por no creer en Dios y le pidió renunciar. Posteriormente, el exfuncionario le preguntó a los colombianos: “¿Dejaría usted la salud de su familia y la educación de sus hijos en manos de un ateo?”.

Casualidad o no, y coincidiendo con las declaraciones de Ordóñez, las universidades estadounidenses de Leeds Beckett y Missouri revelaron los resultados de una investigación que concluye que los estudiantes de países religiosos obtienen peores resultados en ciencias y matemáticas en comparación con los que se forman en países agnósticos o ateos.

El estudio, publicado en la revista académica ‘Intelligence‘, clasificó a 82 países por su “puntaje de religiosidad” en una escala de cero a 10 y examinó bases de datos de la última década para evaluar el rendimiento académico de cada nación.

“Los países que son más religiosos tienen una puntuación más baja en el desempeño educativo”, dijo el profesor y coautor del estudio, Gijsbert Stoet, a la publicación británica The Independent. La investigación encontró una correlación negativa “fuerte” entre el tiempo dedicado a la educación religiosa en las escuelas secundarias y el rendimiento general. “Los gobiernos podrían ser capaces de elevar los estándares educativos y los estándares de vida al mantener la religión fuera de las escuelas y fuera de la política educativa”, agregó el docente.

El profesor Stoet, en compañía del doctor David Geary combinó datos del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) y el Estudio de Tendencias en Matemáticas y Ciencias Internacionales (TIMSS) para evaluar las puntuaciones de rendimiento educativo. Ambos académicos midieron, además, la religiosidad de cada país utilizando la Encuesta Mundial de Valores y la Encuesta Social Europea.

El ránking de países puso a la República Checa, Japón, Estonia, Suecia y Noruega como estados más seculares en términos de religiosidad en los colegios. Por otra parte, Jordania, Yemen, Egipto, Indonesia y Qatar fueron los países más religiosos.

Los hallazgos de Stoet y Geary sugieren además que los estudiantes de países de alta religiosidad pueden obtener resultados bajos en ciencias debido a la incompatibilidad entre la evolución y las creencias tradicionales. Sin embargo, las encuestas que se implementaron en la investigación no preguntaron directamente a los estudiantes sobre la religión, por lo que el profesor Stoet quiso enfatizar en que no se puede establecer una causa y un efecto directo.

Sin embargo, a pesar de su hallazgo, Stoet cree que las escuelas deben todavía enseñar religión y ve el mérito en las historias bíblicas que se enseñan. “Las escuelas deben enseñar sobre religión, pero no creo que deban enseñar temas de fe y cómo se deba practicar”, dijo.

Así mismo, el profesor Stoet que se declaró abiertamente ateo en la entrevista agregó: “Yo personalmente creo que las escuelas deben ser seculares porque vemos que hay un vínculo entre la religión y la educación y creo que sería un beneficio para el sistema escolar liberar tiempo para concentrarse en  materias como la ciencia y las matemáticas”.

El estudio también encontró que las mujeres son generalmente más religiosas que los hombres. “Si bien ya se sabe que la enseñanza de la fe conduce a la segregación de las comunidades, ahora también está claro que la religiosidad está asociada directamente con un rendimiento inferior”, dijo Stoet.

“Aunque los mecanismos exactos necesitan ser estudiados más lejos, mi consejo para los encargados de formular políticas es guardar separación de la educación y de la religión y tomar un acercamiento secular a la educación y a la política educativa”, agregó

Sus conclusiones vienen poco después de que los maestros británicos reaccionaron furiosamente a la promesa presupuestaria del canciller Philip Hammond de otorgar otros 320 millones de libras para escuelas gratuitas, incluidas instituciones religiosas.

Colombia no es ateo

En el papel, Colombia es un país aconfesional desde la Constitución de 1991. Es decir, el Estado no puede conferir ningún reconocimiento jurídico especial a un credo específico, ni puede restringir ni imponer su práctica. La libertad de culto fue también ratificada por la sentencia C 350/94 que estableció un “Estado laico, con plena libertad religiosa, garantizado por una estricta separación entre el Estado y las iglesias, así como la igualdad de derecho de todas las confesiones religiosas frente al Estado y el ordenamiento jurídico”.

Sin embargo, la realidad es que Colombia es más religioso que ateo. Uno de los estudios más completos que se tienen sobre las tendencias religiosas en el país es el que realizó el sociólogo William Beltrán en 2012, con el apoyo de la Universidad Nacional y la Universidad Sergio Arboleda.

La encuesta, con una muestra de 3.853 personas, estableció que la inmensa mayoría de los colombianos, el 94%, se define como “creyente”. De estos, el 70,9 % aseguró ser católico, y un 16,7 % evangélico. Sólo el 0,4 % se definió como protestante. También se delimitó un sector que redujo su relación con la religión cristiana con afirmaciones tales como “creo en Dios o soy católico a mi manera”. En la otra cara de la moneda el 4,7 % de los colombianos, que aseguró ser ateo o agnóstico.

En el caso de los colegios y volviendo a la pregunta que realizó Ordóñez, de acuerdo con voceros del Ministerio de Educación, es importante diferenciar entre las instituciones de educación privadas y oficiales. Mientras que en las primeras rige el principio de autonomía, por el que las directivas son libres de imponer la práctica de algún culto de forma independiente, las segundas están sujetas al mandato de la Constitución de 1991.

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