Tras dos años de quejas de los padres, la Consejería de Educación valenciana acumula tres expedientes sobre las cuentas y el ideario de esta agrupación ultraconservadora, fundada en los setenta por el sacerdote Aníbal Fosbery e implantada en Argentina y otros países de América Latina.
El colegio Madre Sacramento de Torrent tiene 1.200 niños y niñas y casi un centenar de miembros del personal docente y no docente. "No me identifico porque estos señores de FASTA me recuerdan a épocas que los españoles teníamos olvidadas. Soy católica, educada en un colegio religioso y lo que estos señores me están haciendo pasar con la educación de mi hija no se lo deseo a nadie", explica una madre.
El viernes pasado, la dirección del Madre Sacramento pidió "por escrito" la dimisión de un miembro del AMPA porque considera que "no representa los intereses de sus asociados". Se trata de un hombre afín al grupo de padres y madres "rebelde" que, en abril de 2004, decidió dejar de pagar las nutridas cuotas "voluntarias", tras años de denuncias y quejas ante la Administración educativa, uno de cuyos expedientes se refiere al asunto.
"Donación voluntaria"
Aunque la expansión de la red educativa de FASTA se dio en los 80 mediante la fórmula de "compra" de colegios pertenecientes a congregaciones de religiosas, como las Hermanas Adoratrices, no fue hasta 1993 cuando se exportó a Europa este modelo. Y fue en España, a través de la gestión de dos colegios que las Adoratrices en Cataluña: el Madre Sacramento de Sant Just Desvern y el Mare de Déu de Badalona. Tras un episodio no aclarado por FASTA, en 2003 la Generalitat de Cataluña certificó la devolución de la gestión de ambos centros otra vez a las Adoratrices.
Al margen de los ingresos procedentes de la Generalitat Valenciana gracias al concierto económico (370.814 euros este curso para "otros gastos"), el centro mantiene un presupuesto paralelo, que oscila entre los 310.000 y 350.000 euros, y que FASTA ingresa en concepto de "donación voluntaria" por parte de los padres en forma de cuotas mensuales de 26 euros. Además, al personal del centro se le descuentan de sus nóminas donaciones de hasta 267 euros por ejercicio fiscal, según consta en el nutrido expediente de facturas y cuentas al que ha tenido acceso este periódico.
