«La reacción de los católicos es tibia hasta la depresión, y la actitud de la sociedad es indiferente hasta la náusea»
“Aquí apenas se mueven cuatro gatos”, reconocen hundidos los padres y madres objetores de Educación para la Ciudadanía. Atrás quedaron aquellos días en que todos los medios de comunicación se hacían eco de sus hazañas. Cuando falta poco menos de un mes para que la asignatura que versa sobre la Constitución española y los Derechos Humanos se imparta en toda España, los padres objetores aceptan a regañadientes su rotundo fracaso.
“La reacción de los católicos ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía es tibia hasta la depresión, pero la actitud general de la sociedad es indiferente hasta la náusea”, relata entristecido José Javier Esparza, “autor polifacético” que a través de padreobjetor.com -blog de culto para los objetores de Ciudadanía-, intenta remover conciencias.
Preguntas…
Como muchos otros objetores, Javier Esparza no entiende por qué nadie se opone al “mayor atentado que se ha tramado en decenios contra la autonomía moral de la gente”, a una asignatura que enseñará a los jóvenes españoles, “a través de una buena porción de bazofia”, que “ETA es un grupo vasco armado que fue torturado alevosamente por la democracia española”, “que la Guerra Civil no ha terminado”, “que la reconciliación fue un error”, y que “papá y mamá son conceptos vacíos e intercambiables por otros”.
… sin respuesta
“¿Dónde os habéis metido? ¿Debajo de las piedras? ¿Es que nadie os ha explicado lo que os estáis jugando? ¿O es que no lo queréis ver para no fatigaros, o para no meteros en líos?”, se pregunta atormentado José Javier Esparza, incapaz de comprender por qué sus “hermanos” toleran “la mayor intromisión imaginable en la libertad de verdad”.
Reproches
Pero los padres objetores de Ciudadanía no sólo reprochan la reacción de los católicos -“quienes parecen haber perdido por completo el sentido de la libertad personal-, sino que sus críticas se dirigen principalmente a “la llamada sociedad”, donde “una muchedumbre infinita de almas grises se muestra dispuesta a tragarlo todo con tal de no someter a agitación su adiposa conciencia”.
