Critican a la OEA por proteger «sólo la democracia de las urnas»
La Iglesia católica de Honduras ha manifestado su apoyo al gobierno golpista, que ha encabezado Roberto Micheletti, que asumió sus funciones interinas tras el derrocamiento, a manos de los militares, del presidente Manuel Zelaya, y ha pedido a éste que reconsidere su regreso al país porque “podría desatar un baño de sangre”.
En un comunicado, leído este sábado por el cardenal Oscar Andrés Rodríguez, la Iglesia pide a la Organización de Estados Americanos (OEA), que “preste atención a todo lo que venía ocurriendo fuera de la legalidad en Honduras”. La declaración de la Conferencia Episcopal tuvo lugar el mismo día en que se reunió la Asamblea General Extraordinaria la OEA para decidir si suspendía a ese país centroamericano de su participación en el organismo interamericano, y en la que participó el depuesto presidente Zelaya, quien ha confirmado que hoy regresará a Tegucigalpa junto a “varios presidentes”, cuyos nombres no precisó.
Un llamado “al amigo Zelaya”
Tras la lectura del comunicado de los obispos, el cardenal Andrés Rodríguez hizo “un llamado al amigo José Manuel Zelaya”, a quien le ha recordado que “el día de su toma de posesión citó claramente tres mandamientos de la santa ley de Dios: no mentir, no robar, no matar”, por lo que lo invitó a pensar “si una acción precipitada, un regreso al país en este momento, podría desatar un baño de sangre; sé que usted ama la vida, sé que usted respeta la vida, hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño, por favor, medite, porque después sería demasiado tarde”, indicó el portavoz de la Iglesia, según Efe.
Criticas a la OEA
La OEA, en opinión de los 11 obispos que integran la Conferencia Episcopal, debió prestar atención “no solamente a lo sucedido a partir del 28 de junio recién pasado”, cuando fue depuesto, por un golpe de Estado, el presidente Manuel Zelaya y enviado en un avión a Costa Rica. “También el pueblo hondureño se pregunta por qué no han condenado las amenazas bélicas contra nuestro país”, destaca el comunicado. Los obispos agregan que “el sistema interamericano se limita a proteger la democracia en las urnas, pero no le da seguimiento a un buen gobierno, a la prevención de las crisis políticas, económicas y sociales”, por lo que “de nada servirá el reaccionar tardíamente hacia ellas”.
Zelaya no era ya presidente
Según el comunicado de los obispos, “las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia” y “sus ejecutorias en materia jurídico legal han sido apegadas a derecho”, y agrega que cuando Zelaya fue capturado por los militares, “ya no se desempeñaba como presidente de la República.
