Defensa revoca la orden implantada por el gabinete de Carme Chacón
COMENTARIO: Un año más el confesionalismo del gobierno permite que se confundan ejército y religión, como si de una teocracia se tratara y no de un Esstado moderno aconfesional, como dice la Constitución. Pero ya sabemos que hace falta una verdadera transición del nacional catolicismo y la dictadura a una verdadera democracia, respetuosa con todas las convicciones o creencias, pero neutral y separada de tods ellas.
La banda de guerra de la Brilat, de nuevo podrá sacar la enseña nacional e interpretar el himno en las celebraciones religiosas, ya sean como ayer en Lugo, en Pontevedra, Ferrol o Santiago. El Ministerio de Defensa aclaró ayer que esta participación de los soldados «se rige por las normas de cortesía militar», una expresión que «no supone una degradación de los honores militares, sino que responde a las formas de expresión de la cortesía en las Fuerzas Armadas».
Si los honores implican obligatoriedad, la cortesía conlleva deferencia y voluntariedad. A este respecto, desde el Ejecutivo se dejó claro que la participación de militares en oficios religiosos, ya sea por la conmemoración de algún patrón, la Semana Santa, el Corpus Christi o, incluso, romerías locales, es totalmente voluntaria.
En todo caso, la explicación de Defensa es un tanto ambigua, toda vez que delega en el jefe de la unidad en cuestión la decisión última de que la enseña nacional esté presente o no en la celebración religiosa. «Se justifica la ausencia de participación de la bandera en un acto de carácter religioso en el que no participa la unidad como tal, sino voluntarios entre los miembros que la integran», precisaron desde el ministerio.
Eso sí, si la bandera está presente, el militar en formación deberá adoptar la posición de firmes y de arma descansada.
Con esta decisión se revoca la controvertida orden dada en su día desde el Ejecutivo de Carme Chacón, que prohibió expresamente este tipo de situaciones.
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