Se cierra así una crisis gubernamental que empezó en mayo pasado Mezouar, el nuevo ministro de Exteriores, trabajó para empresas españolas
El rey Mohamed VI de Marruecos nombró hoy un nuevo Gobierno de coalición poniendo así fin a varios meses de crisis provocada por la salida del Ejecutivo del conservador Istiqlal, el partido que jugó un importante papel en la lucha por la independencia.
El nuevo Ejecutivo sigue estando presidido por el islamista moderado Abdelilá Benkiran, pero su formación, el Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), pierde peso en el gabinete mientras que el nuevo socio ocupa algunas carteras primordiales. El PJD fue el vencedor de las elecciones legislativas de noviembre de 2011.
El Istiqlal empezó a mostrar su descontento en mayo y sus ministros acabaron dimitiendo en julio para protestar, entre otras cosas, por las subidas de precios decididas por el Gobierno de Benkiran para evitar que el déficit presupuestario, que ronda el 7%, continúe aumentando. Ha sido sustituido por el Reagrupamiento Nacional de los Independientes (RNI), una formación de centro-derecha cuya creación fue inspirada por el ministro del Interior, Driss Basri, ya fallecido. Su líder es Salahedin Mezouar, que habla español y antaño trabajó como ejecutivo de empresas españolas en Settat.
Mezouar desempaña la cartera de Asuntos Exteriores que el RNI arrebató al islamista Saadedin el Othmani. También obtuvo la cartera de Industria que estaba en manos de los islamistas. El RNI ocupa además la mayoría de los ministerios que quedaron sin titular tras la salida del Istiqlal del Gobierno como Economía, Educación etcétera. El PJD sigue ostentando las carteras de Presupuesto, Enseñanza Superior, Justicia, Infraestructuras, Familia y Comunicación.
En el nuevo Gobierno hay también ministros sin afiliación política como el de Interior, Mohamed Hassad, hasta ahora gobernador de Tánger, que se supone reporta directamente al palacio real.
Pese a las restricciones presupuestarias el número de carteras de ministros y secretarios de Estado crece de 30 a 39 para dar así satisfacción a todos los miembros de la coalición gubernamental de la que forman también parte el Movimiento Popular (berberista) y el pequeño Partido del Progreso y del Socialismo (excomunistas). El número de mujeres en el ejecutivo también aumenta de una a seis.
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