El partido conservador religioso islámico Ennahda ganó las elecciones legislativas del pasado domingo en Túnez, que han dejado un Parlamento enormemente fragmentado, informó este miércoles la Instancia Superior Independiente de las Elecciones (ISIE), órgano que supervisa la consulta.
Según los resultados preliminares ofrecidos por el citado organismo, la formación islamista sumaría 52 de los 217 escaños de la Cámara, 17 menos de los conseguidos en las elecciones de 2014, cuando fue la segunda fuerza más votada.
En segundo lugar quedó Corazón de Túnez, el partido fundado por el candidato a las presidenciales Nabil Karoui, logró 38 escaños seguido del izquierdista Corriente Democrática con 22 y de los fundamentalistas de Al Karama, con 21.
Por su parte, el Partido Desturiano Libre, integrado por los nostágicos de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Alí, obtuvo 17 escaños mientras que el socialista Movimiento del Pueblo y Tahya Tounes, partido del primer Ministro Youssef Chahed, obtuvieron 14 cada uno.
Los resultados muestran que los independientes sumaron 33 escaños y confirman el hundimiento casi definitivo de la plataforma laica Nidaá Tounis, fundada por el fallecido presidente Beji Caïd Essebsi, y ganadora de los comicios de 2014, que ha pasado de 86 escaños a tan sólo 3.
La Instancia anunció además la anulación parcial de varias listas electorales,tanto en territorio tunecino como en el extranjero, debido a infracciones cometidas durante la campaña, principalmente en publicidad política no autorizada en las redes sociales.
En total, más de 1.500 listas electorales se presentaron en todas las circunscripciones del país; de ellas, cerca de 720 representan a independientes, 700 a partidos y 160 a coaliciones. Además, 15.000 candidatos aspiran a ocupar los 217 escaños de la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP).
Baja participación
La jornada estuvo marcada por una baja participación cifrada en apenas un 41% del electorado, 25 puntos menos que en las primeras legislativas libres celebradas en 2014.
Según la Constitución tunecina enmendada en 2014, el partido que gane las elecciones tendrá dos meses para presentar un Ejecutivo y lograr el respaldo de 109 diputados.
En caso de fracasar, el presidente de la República podrá encargar a una persona la formación de ese gabinete, para lo que igualmente tendrá un plazo de dos meses y necesitará el respaldo de la mayoría simple de los diputados de la cámara.
Candidato liberado
El domingo, los tunecinos están llamados de nuevo a las urnas, por tercera vez en menos de un mes, en la segunda vuelta de las presidenciales en las que se enfrentará el jurista ultraconservador Kaïes Said y el populista magnate de la televisión Nabil Karoui.
La Justicia tunecina ordenó este miércoles la puesta en libertad de este último, que permanecía en prisión preventiva desde el pasado 23 de agosto acusado de un supuesto delito de evasión fiscal y blanqueo de dinero.
“El tribunal de casación ha decidido su puesta en libertad porque hasta ahora no tenían razones para rechazar nuestra solicitud”, explicó su abogado, Nézih Souei, sobre la situación de controvertido aspirante, quien exigía ser liberado para poder competir en igualdad de condiciones con su rival , el jurista ultraconservador Kaïes Said, en la segunda vuelta de las presidenciales que se celebrará este domingo.
La decisión se produce apenas 24 horas después de que Karoui reclamara el aplazamiento de la segunda vuelta argumentando “desigualdad de oportunidades”.
En la primera vuelta celebrada el 15 de septiembre, el líder del partido Qalb Tounis, obtuvo un 15,7% de los votos, tres puntos menos que su rival, que al igual los observadores internacionales ha condenado la falta de igualdad de oportunidades entre los dos aspirantes.
