"Hemos asegurado en nuestra publicidad que las pulseras Power Balance mejoran la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. Admitimos que no hay pruebas científicas creíbles que apoyen nuestras afirmaciones y, por tanto, hemos incurrido en conducta engañosa en contra de la sección 52 de la Ley de Prácticas Comerciales de 1974", reconoce la compañía en su web australiana. Y, después de pedir disculpas a los timados, les ofrecen la posibilidad de devolverles el dinero que pagaron por el producto milagro. Power Balance no ha confesado el timo por propia voluntad, sino por orden de la Comisión Australiana para el Consumo y la Competencia (ACCC). Tras la pertinente investigación, este organismo gubernamental independiente de protección a los consumidores concluyó el miércoles pasado que los anuncios de la pulsera del equilibrio violaban la legislación comercial australianaporque los vendedores afirman cosas que no pueden demostrar y ordenó a la compañía retirar ese tipo de aseveraciones de la publicidad. "Se advierte a los minoristas que sigan vendiendo el producto con afirmaciones engañosas en el envasado de que la ACCC podría actuar contra ellos", añadió Graeme Samuel, presidente del organismo.
Archivos de imagen relacionados