Parellada denunció que si las clases de religión se reducen a una hora, como está previsto en el borrador de decreto por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la ESO, esto "significará una desvalorización grave de la asignatura". Para el presidente de Prec, la asignatura de religión "crea interés por los contenidos de las otras asignaturas y por las diferentes ramas de nuestra cultura". "Desde el punto de vista estrictamente cultural, la asignatura debería ser la más importante de todo el currículum educativo", afirmó Parellada.
El presidente de Prec aseguró que el 33% de los profesores de esta materia podrían perder su trabajo si se limita esta asignatura y se quejó de que no "se les haya tenido en cuenta ni consultado". A su juicio, la religión podría colaborar a "enderezar algo el grave problema de las relaciones humanas en el mundo de la enseñanza".