El Ministro de Educación se enfrenta a las preguntas de los grupos parlamentarios en el Congreso y, posteriormente, en la Comisión de Educación, que se hacen eco del descontento con la nueva ley educativa, los recortes y su tratamiento de la leng
La nueva ley de educación, la llamada Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), no gusta a casi a nadie. Al menos en el arco parlamentario. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se enfrenta a una maratoniana jornada parlamentaria, que comenzará con la sesión de control al Gobierno, donde deberá responder a una batería de preguntas parlamentarias y una interpelación. Posteriormente, el ministro comparecerá en la Comisión de Educación, Cultura y Deporte, a petición propia y de la propia Comisión.
En ambos casos, José Ignacio Wert, tendrá que enfrentarse a numerosas críticas. En el ámbito nacionalista molesta especialmente el tratamiento que se les da a las lenguas cooficiales, hasta el punto de que CiU o ERC lo consideran un ataque a Cataluña.
Por su parte, Izquierda Plural le pedirá explicaciones sobre la anunciada ley de autoridad del profesor y el Grupo Socialistas sobre nuevos recortes y reformas que afectarán a la educación.
LA CUESTIÓN RELIGIOSA
Otro de los asuntos espinosos para los grupos de izquierdas es la religión. La reforma de Wert recoge las reclamaciones de los obispos y, además de eliminar Educación para la Ciudadanía, convierte a la materia en evaluable, y propone como alternativa, una asignatura 'fuerte': Valores Culturales y Sociales en primaria y Valores Éticos en secundaria.
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que este partido defenderá que la religión "salga del currículum de la escuela", al igual que ocurre en países como Francia, si el Gobierno del PP "rompe el consenso" aprobando la ley educativa del ministro José Ignacio Wert.