Denunciamos el vaciamiento de la educación pública en beneficio de la educación privada. La iglesia, así como los colegios que depende de ella reciben cada vez más subsidios mientras se desfinancia la educación pública.
Se levantó la toma de la Catedral de Buenos Aires que mantenían este miércoles a la mañana docentes, estudiantes y padres de alumnos congregados en el Movimiento Popular la Dignidad en rechazo a la "política de vaciamiento y privatización de la educación pública" por parte del gobierno porteño que comanda Mauricio Macri.
Desde el lugar, afirmaron que "se abrió el diálogo con la jefatura de Gobierno" y por eso decidieron retirarse, cuando un grupo de "30 o 40 muchachos de la derecha católica empezaron a empujar, incluso a los periodistas", para que dejaran el edificio, aunque no hubo incidentes mayores.
“Somos alrededor de 150 compañeros de diferentes espacios educativos, agremiados en ADEMYS. Denunciamos el vaciamiento de la educación pública en beneficio de la educación privada”, aseguró a este medio Damián Ripetta desde la toma en la Catedral porteña, este mediodia.
“La iglesia, así como los colegios que depende de ella reciben cada vez más subsidios mientras se desfinancia la educación pública. En el sur de la Ciudad hay más de ocho mil pibes que no tienen vacantes para estudiar”, precisó el hombre, alzando la voz por sobre el ruido de bombos y los cánticos alusivos al conflicto.
Quienes participan de la toma piden una audiencia urgente con el ministro de Educación, Esteban Bullrich. “Si tenemos que quedarnos una semana durmiendo acá, lo vamos a hacer. No vinimos a romper nada, esta es una movilización pacífica", aseguró Ripetta.
¿Cuál fue la respuesta de las autoridades esclesiales ante la toma? “El clima es tranquilo. Se acercaron asesores de la Iglesia para decirnos que iban a impulsar las gestiones necesarias para que cuanto antes se resuelva el conflicto. Pero por ahora no tuvimos ninguna novedad”, relató el militante del movimiento que lleva adelante la medida de fuerza.
La decisión de tomar la Catedral fue consensuada entre docentes y padres de alumnos, cansados de que sus reclamos no reciban atención ni respuestas por parte del Ministro de Educación de la Ciudad. “Apoyamos la lucha gremial y salarial de los trabajadores y además pedimos que se reconozcan a las escuelas populares y que se contemple la planta docente”, precisó el militante del Movimiento Popular la Dignidad.
El Movimiento Popular la Dignidad, integrado por docentes y trabajadores de la educación, sostiene el funcionamiento de cinco jardines maternales, tres bachilleratos para adultos y tres primarios con modalidad popular, es decir un sistema educativo que tiene más que ver con una propuesta liberadora de la educación, que con el sistema formal. Pero para esa metodología educativa, que funciona en villas y barrios precarizados, el gobierno de la Ciudad, tampoco brinda apoyo.
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