Las y los legisladores no han entendido su función de ética pública y ello es uno de los aspectos que han frenado el avance en temas como la despenalización del aborto en los Congresos reconoció Fray Julián Cruzalta Aguirre, profesor de Teología, en el marco de las Jornadas por un Estado Laico, organizado por las asociaciones Católicas por el Derecho a Decidir; fundación Mexicana para la Planeación Familiar, A.C. (MEXFAM); y el Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio (OCNF); y Colectiva Colmena Verde.
“Quieren desde la función de legislador dar catecismos religiosos e imponer sus ideas religiosas en las leyes, no se dan cuenta que es un estado laico. Eso es a nivel persona con sus hijos, en la cocina de su casa, pueden dar el catecismo religioso que prefieran, pero las ciudadanas y ciudadanos de Veracruz no son sus hijos, son ciudadanos que les pagan buenos salarios para que les garanticen leyes con libertades”.
En este tenor, señaló que, si el estado toma partido por una visión religiosa, ya no es un estado laico, pues genera dos tipos de soberanía, es decir, ciudadanos de primera, a los creyentes de cierta iglesia; y el resto de la población se convierten en ciudadanos de segunda; y aunque el problema no es que se manifieste alguien a favor o en contra, el problema es que los congresistas tomen partidos.
“Por eso, en el mundo moderno, el estado laico no persigue a las iglesias, no está en contra de la religión de nadie, sólo no entra en discusión religiosa, no es cuestión del estado dar catecismos religiosos, es garantizar mi libertad religiosa, eso sí es función del estado” apuntó el religioso.
El también defensor de Derechos Humanos y conferencista aclaró que no está en contra de que la iglesia participe en marchas y en acciones para externar su punto de vista, pues también son ciudadanos y tienen derecho a expresar sus ideas, pero insistió que la problemática radica en los Congresos.
Agregó que ello repercute en los derechos humanos de las mujeres y que el estado viole los derechos humanos de las mujeres “Es gravísimo” pues la función primordial del mismo es garantizarlos, inclusive, por tal motivo el poder judicial se ha referido fuertemente al estado al no cumplir con estas garantías a más de la mitad de la población que son las veracruzanas.
Asimismo, recordó que despenalizar no obliga a este sector poblacional a abortar, pues una ley no obliga, respeta libertades de quienes están a favor o en contra, sin embargo, una ley que obliga “Friega a todos, a los que están a favor o en contra, es ley, es decir, no puede haber leyes que violen derechos humanos, eso es gravísima en ética, son legales, pero sin ética, no todo lo legal es ético y es grave”, afirmó.
Finalmente, aseveró que el estado no es neutral en asuntos éticos, el estado tiene su propia ética, por lo tanto, no puede ser neutral, por lo cual, invitó a las y los diputados a revisar su ética.
