Lecciones de filosofía de la religión

El autor intenta formular su propia idea de lo que debería ser una filosofía de la religión. Su tesis central viene a identificar la religión como una reacción expresiva, y no cognoscitiva, que el hombre tiene ante lo no “empírico”, o aquello que se sale de los “límites del mundo natural”, y que no se puede conocer y dominar mediante la ciencia. Afirma que la religión genuina no es saber alguno, es una pregunta que no tiene respuesta nunca, por eso, la creencia es una elaboración racional sobre lo que la razón nada puede decir porque lo ignora.

Sádaba emplea un estilo directo y dialogante. Se advierte en el libro un esfuerzo de síntesis para hacer una interpretación de las ideas de Wittgenstein, de acuerdo con el modo propio de hacer filosofía de la filosofía analítica. El autor no reduce la religión a un elemento puramente subjetivo, ni niega la experiencia religiosa como algo válido y de cierto valor, pero insiste, una y otra vez, en que la conducta religiosa no es conocimiento de nada. Por eso, llega a afirmar que la genuina actitud religiosa es la que no “degenera” en creencia. En definitiva, es una forma de agnosticismo, muy elaborado, que pretende desmontar todos los razonamientos hechos desde el lenguaje religioso.

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