La policía identifica a otros 30 menores que podrían haber sufrido castigos y tocamientos
La policía ha identificado a otros 30 menores que podrían haber sido víctimas de los abusos del director del colegio de los Salesianos de Cádiz y que se sumarían a los catorce que, hasta el momento, han denunciado formalmente haber sido víctimas de sus castigos, tocamientos o amenazas. Según fuentes de la investigación, la mayoría de las agresiones de las que se le acusa se refieren a castigos corporales, con palizas y golpes, aunque algunos de los menores también han aludido a tocamientos superficiales de sus zonas sexuales y amenazas.
El sacerdote, de 40 años, ha sido conducido esta mañana ante el juez de guardia, tras pasar dos noches en los calabozos de la comisaría provincial, en la que se llevan a cabo las investigaciones. Antes de ser detenido el religioso, cuya identidad responde a las iniciales F. J. L. L., fue agredido por familiares del primer estudiante que reveló los hechos.
Esta agresión ocurrió, según han confirmado fuentes de la orden religiosa, el pasado viernes, cuando el religioso estaba en el centro, abierto también en verano para actividades deportivas y de ocio de sus alumnos. Los familiares de uno de los estudiantes llegaron al centro después de que la noche antes, un menor enseñara a su madre los WhatsApp que el director del colegio le había enviado, según publica hoy el Diario de Cádiz.
El colegio asegura que "jamás antes" había recibido queja sobre el comportamiento del sacerdote
Escandalizada por las comunicaciones que el sacerdote mantenía con su hijo y con otros compañeros del centro también por redes sociales como Twitter o Facebook, la madre decidió denunciar los hechos y acudir al centro acompañada de otros familiares a la mañana siguiente. "Se presentaron en el despacho, no le dejaron ni hablar, le dieron y hasta lo tiraron al suelo", explican fuentes de la orden religiosa.
Tras contar a sus superiores lo ocurrido, el director del centro fue al médico para que le hicieran un parte de lesiones y decidió esperar al lunes siguiente para ir a la Comisaría Provincial de Cádiz a denunciar la agresión, una denuncia que preparó con el asesor jurídico de la orden. Al ir a entregar su denuncia a la comisaría ese lunes, no le comunicaron que los familiares del menor habían interpuesto ya el mismo jueves la denuncia contra él, lo que arrancó una investigación que llevó a su detención al día siguiente, el pasado martes.
"Estamos realmente muy sorprendidos, no nos cuadra, vamos a esperar a conocer las diligencias y las acusaciones para organizar su defensa", ha señalado hoy Juan Carlos Pérez Godoy, vicario inspectorial de la Orden en Sevilla, de la que depende el colegio concertado de la orden en Cádiz. Pérez Godoy ha asegurado que "jamás antes" habían recibido ninguna queja sobre algún comportamiento conflictivo del sacerdote, aficionado a la magia y a los juegos y que maneja con soltura Internet y las redes sociales,
"Todo lo contrario, hay muchos comentarios buenos sobre él, me han llamado un montón de chavales ofreciéndose a testificar sobre él", ha explicado el vicario inspectorial, mientras ha recordado la emotiva despedida que le brindaron los alumnos de su anterior destino, un centro de Badajoz, en un acto cuyas imágenes están colgadas en el canal youtube.
El director, a su llegada esta mañana al Juzgado de Cádiz. / román ríos (efe)
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