Los talibanes asesinan al marido de una actriz por no impedirle que actuase
Durante décadas la vida de la actriz afgana Paween Mushtakel ha girado alrededor del teatro y la televisión. Pero su pasión por los escenarios, desafiando la prohibición talibán de que las mujeres actúen en público, la ha condenado a muerte.
Su marido fue asesinado en diciembre a las puertas de casa tras desoir durante meses amenazas telefónicas para que impidiese a Paween aparecer en programas televisivos. Después de la muerte de su esposo, la popular actriz huyó de su casa con sus dos hijos y lleva tres meses escondiéndose.
"Mataron a mi marido porque no renuncié a actuar", declaró Paween a The Times. Su única opción es abandonar el país, subraya con tristeza.
No está sola. Las restricciones de los talibanes a las mujeres vuelven a imponerse en numerosas provincias afganas y la presión crece en la capital. "La atmósfera ha cambiado", explica Paween. "Las mujeres tienen cada día menos libertad para trabajar", añade.
Profesoras, médicas, políticas, cooperantes, periodistas, cantantes, actrices y otras profesionales que trabajan en contacto con el público o muestran su imagen en los medios de comunicación están amenazadas. Los talibanes justifican los ataques contra ellas alegando que realizan actos inmorales y califican a la mayoría de prostitutas.
Las familias de muchas afganas intentan convencerlas, a menudo por miedo, de que renuncien a su trabajo. Algunas no se rinden, como Elaha Sorour, la única participante femenina de la última edición de Estrellas afganas, la versión local de Operación Triunfo. Pese a las críticas, las amenazas y los insultos, Elaha decidió salir a cantar. Pero lejos de los escenarios, tanto ella como Paween tienen que esconderse bajo un burka.