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Laicismo, Educación y Dogmatismo

Simplemente, viendo el título, uno se da cuenta que la educación está ante una disyuntiva, o busca el camino de la libertad de conciencia, donde no se le impongan las cosas y el otro, donde la conciencia está atrapada y acepta sin discusión lo que se le impone porque vienen, quien sabe de dónde.
La Educación puede ser también una trampa, una forma de ejercer el poder sobre los educandos para transmitirles una religión o una ideología.
Educar no es hace que el estudiante acumule datos más que conocimientos.
Cuando en historia leemos sobre una batalla no importa su fecha ni cuántos muertos hubieron en el conflicto se inició mucho antes de la batalla y termina mucho después del disparo de la última bala. En Literatura como podemos entender a Aquiles en los 51 días que dura su cólera por haberle quitado a Briseida, si sólo leemos un Canto. Perdemos todo lo que nos describe Homero que a su vez cuenta algo muy antiguo, pero sabemos de un hecho puntual. Y esa es la educación, de hechos puntuales que en la mayoría de las veces no le sabemos dar una unidad con la realidad.
Una persona no puede comprender el sentido de un libro si no hace más que tenerlo en sus manos y volver sus hojas. Debe comprender cabalmente el sentido recién lo logrará cuando aprenda a leerlo.
Sin esa comprensión ¿qué es la vida?, un juego totalmente estéril con alegrías y penas confundidas.
Solamente cuando se conoce el expresivo lenguaje del libro, el espíritu abre los ojos, despierta y comienza a o a respirar y puede leer junto a él.
El Dogmatismo es una jaula dorada donde el espíritu tiene todo, agua limpia, su comedero rebosante de alimento un espacio amplio que no le permite volar, sino simplemente moverse.
No hay momento más sublime que aquel de aquellos hombres que estando en presiones por sus ideas pueden a pesar de las rejas, dejar volar su espíritu en libertad.
Por otro lado, los más desgraciados en la vida son lo que olvidaron que hay libertad más allá de la prisión.

Un Estado Neutro y laicista tiene la obligación de que su juventud se eduque, dándole todas las herramientas para su formación técnica, profesional, luego debe dar un paso al costado. Las decisiones que vaya a tomar cada uno es algo muy personal y en ese respeto al ser humano, cada uno actuará según su conciencia, con sus herramientas, con sus aciertos y errores. Por supuesto con sus consecuencias.
Este es el principio básico de la democracia.
Para que una sociedad de estas características funcione el Estado deber ser Laico, esto es tener una absoluta independencia frente a Instituciones religiosas o grupos políticos, sean cuales sean.
El Estado, está obligado a garantizar el interés común sobre el interés particular y a su vez a permitir la libertad absoluta de creencias y prácticas religiosas o políticas a todos sus ciudadanos sin que se antepongan privilegio ni discriminaciones, siempre y cuando estén permitidas por la ley bajo todas sus normas.
La educación laicista de un Estado Laico se fortalece mucho no atenta contra nada: religioso o político. No es enemigo de estos simplemente debe sacarlos de la esfera pública y llevarlo a la esfera privada.
Si Estado y religión o Estado y política se confunden lo primero y más importante que desaparece es la libertad; al estar separados se reconocen a los otros a respetarlos y eso nos lleva a la Democracia.
Un sueño tal vez irrealizable es que en al menos una ciudad en cada país se puedan crear dos plazas. Una se referiría a la religión. Allí se representarían los símbolos de todas las religiones. Cada persona que fuera vería que allí donde está la suya también hay otras; que si quiero que se respete la mía debo hacer lo mismo con las demás. Que cuando una religión dice que el suyo es “el camino” que sepa que hay muchos caminos y cada uno tiene el derecho inalienable de elegir el suyo. En la segunda haría lo mismo con las ideas políticas.
La capacidad de asombro del ser humano es increíble puede crear lo más sublime o lo más absurdo, pero si sabemos buscar de todo podremos sacar una enseñanza.
El dogmatismo no es una mala palabra. Si lo que defendemos la laicidad, es el respeto a la diversidad debemos defender al dogmático.
Todo aquel que sigue un concepto religioso es dogmático.
Por ejemplo los católicos creen el al virginidad de María.
Me parece muy bien, respeto su derecho a creer en eso ellos deben respetar mi derecho a no cree en eso.
Nadie agrede a nadie, sino que cada cual manifiesta sus convicciones.
Nos escucharemos mutuamente y vamos a enriquecernos.
Ahora, lo que no se debe permitir bajo ningún concepto es que alguien quiera dogmatizar al otro. Allí se traspasan los límites del respeto y tolerancia y es necesario hacer frente y combatir eso.
Por eso creemos que laicismo y dogma ante la educación pueden coexistir siempre que se respeten los límites. No dogmatismo que es el intento de imponer una idea o concepto.
Más allá de toda apreciación filosófica, los Estado deben hacer sus mayores esfuerzos para logra que la Educación laicista llegue a todos sus jóvenes.
El no hacerlo es uno de los mayores fracasos de los Estados.
Alguien dijo que cuando muere un viejo, muere una biblioteca, cosa muy cierta.
A lo cual agregaríamos que debemos llegar con la educación a esos jóvenes que están confundidos, que por los avatares de la vida mueren. Allí perdemos la posibilidad de tener una biblioteca.
El Estado lo que pierde es la Esperanza.

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